El plan especial para la integración del ferrocarril es el resumen de proceso histórico de transformación urbanística que Gijón tiene ante si. El pasado día 28 de abril finalizó el período de información pública que se amplió hasta dos meses con el ánimo de favorecer al máximo su divulgación y comprensión entre todos los gijoneses. Han sido dos meses de exposición, conferencias, intercambio de opiniones, debate... y, por supuesto, el tiempo para presentar alegaciones, aproximadamente veinte alegaciones suscritas por asociaciones de vecinos, partidos políticos y también por ciudadanos a título personal.

Y como «Cada tiempo tiene su afán» ahora toca informar, responder estas alegaciones tomar decisiones. Serán decisiones democráticamente adoptadas por gobiernos democráticamente elegidos. Decisiones que sabrán interpretar el sentir general de los ciudadanos, de quienes alegan y de quienes manifiestan su conformidad con el proyecto.

En el conjunto de las alegaciones presentadas hay, a mi entender, dos categorías

1.º Quienes aportan ideas de mejora sobre el plan presentado, especialmente los colectivos vecinales.

2.º Quienes desean que este plan o cualquier otro que presente el gobierno municipal no salga adelante. Ya saben: los que se han opuesto durante todos estos años a cualquier mejora de nuestra ciudad.

A los primeros quiero trasladarles mi reconocimiento por su trabajo que, aun siendo discrepante con la propuesta del plan, aporta razones y argumentos que podrán ser valorados en fases posteriores como en la redacción del proyecto de urbanización.

Hay dos cuestiones que se repiten en estas alegaciones vecinales que me gustaría precisar.

El soterramiento de la vía ferroviaria hasta Veriña no queda, en ningún caso, hipotecado por la nueva estación intermodal. La posición en que se va a construir permitiría en un futuro el soterramiento de las vías si ello fuera preciso, salvando por debajo el río Pilón. El diseño de la estación intermodal garantizará la ampliación del parque de Moreda en unos 30.000 metros cuadrados y su integración en el paisaje urbano. Se consigue esta solución mediante la construcción de un parque en su cubierta que unirá este barrio con la avenida de Sanz Crespo. Será transitable para cualquier ciudadano y pensando muy especialmente en las personas discapacitadas.

A los segundos, a los del no, a los del no por sistema, sólo puedo decirles que, muy a su pesar, Gijón es un a ciudad cada día mejor, de la que nos sentimos orgullosos y cuya mejora no se va a detener por muchas trabas que pretendan poner en su desarrollo.

La última advertencia a modo de alegación no deja de sorprender. Supuestamente, según el autor de la alegación, ex senador del PP y el también ex director del la sociedad Gijón al Norte en el mandato de Francisco Álvarez-Cascos, este plan especial adolece de base jurídico-urbanística que le de soporte. Al hacer esta afirmación ignoran algo tan básico como el estudio informativo para la modificación de la traza ferroviaria en la ciudad de Gijón, tramitado por el Ministerio de Fomento en el año 2005, siendo ministra Magdalena Álvarez. Tal estudio venía a convenir con el Ayuntamiento de Gijón una mejora sustancial respecto del proyecto de Cascos, en tanto que suponía la ampliación del ferrocarril hasta Cabueñes, ampliando su uso a las dos compañías Renfe y Feve.

También modificaba el recorrido subterráneo del túnel situándolo bajo la avenida de la Costa donde se proyecta una nueva estación en las inmediaciones de la plaza de Europa. Finalmente, sitúa la estación intermodal en Moreda, liberando de este modo los terrenos del Humedal para su aprovechamiento residencial.

Lo que aún resulta más sorprendente es que también desconozcan el texto refundido del PGOU, aprobado por el Pleno municipal el día 13 de abril de 2007 en el que se integra el diseño aprobado por el estudio informativo de referencia.

No queda ningún atisbo de duda sobre la plena legalidad del planeamiento propuesto por este plan especial. Ésta es sólo una alegación que, como siempre, proviene de quienes tienen como estrategia política (si es que puede llamarse así) la de preferir que nada se haga en Gijón con tal de tener algo que criticar. No lo van a conseguir. Vamos a estudiar las alegaciones presentadas, aprovecharemos de ellas lo que sea positivo para la ciudad y, desde luego, seguiremos adelante con este gran reto urbanístico y de movilidad del siglo recién estrenado.

Pedro Sanjurjo González, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Gijón