El profesor advirtió de los argumentos que emplearán las administraciones asturianas, los partidos políticos y Enagas para desarmar la movilización ciudadana. «Dirán que es energía limpia, que da empleo, que es una industria estratégica para la región, que no es peligrosa porque utiliza la última tecnología, que reduce el precio del gas en la zona y que la protesta es alarmista, desinformada y está en contra de crear empleo».

Pero a continuación los rebatió. No es limpia porque el gas natural es al 95 por ciento metano, es decir, el segundo causante del cambio climático. El empleo fijo que crea, unas 50 personas a tres turnos (en los dos años de construcción unas 500 personas), es inferior al que destruye o impide crear con otro tipo de industrias. No es un sector estratégico porque el gas no es para Asturias, que sólo gasta el 1,5 por ciento del total nacional. Hasta ahora no hubo grandes problemas, pero hay 164 posibles causas de accidentes y por eso están regulados los riesgos. Y «el precio nunca baja».