R. VALLE

Santiago Martínez, concejal de Hacienda, ya ha dado a sus técnicos el listado de inversiones que los integrantes de los consejos de distrito quieren que se realicen en su territorio a cargo del actual presupuesto municipal. Sólo queda ajustar el documento para «colgar» cada petición de la partida presupuestaria correspondiente... y poner manos a la obra. Es el final del experimento que se puso en marcha este año con la intención de buscar un mayor grado de implicación de los vecinos en la elaboración de las cuentas locales. La idea era que cada uno de los seis consejos de distrito (Centro, Este, El Llano, Sur, Oeste y Rural) decidiera qué hacer con un millón de euros: total 6 millones. El presupuesto consolidado de 2008 supera los 314 millones, de los que 233 corresponden directamente al Ayuntamiento.

Las ideas se fueron poniendo sobre la mesa y el acuerdo llegó en las últimas reuniones de los consejos de distrito que tuvieron lugar hace pocos días. «Es el primer año y, ante todo, ha sido una experiencia tanto para el Ayuntamiento como para los distritos», explica Martínez, quien asegura que el gobierno local ha asumido «el 90% de las peticiones vecinales porque eran muy atinadas: arreglos de calles, parques, iluminación, carriles bici... pequeñas obras de inversión». Sólo se han excluido peticiones que no se atuvieran a las competencias del Ayuntamiento o que fueran consideradas inoportunas por interferir en proyectos en marcha. El edil de Hacienda, eso sí, tiene una preocupación: «Qué hacer con peticiones que nos hacen asociaciones que no son estrictamente vecinales y que nos piden cuestiones que no nos resultan sencillas porque no se transforman en inversión concreta. Por ejemplo, sobre discapacidad. Hay que ver cómo encajamos esas demandas».

Por dineros y peticiones los seis distritos han trabajo de forma muy similar. Sólo en la zona rural se optó por dejar en manos del concejal del área la selección de obras.

Ayuntamiento y miembros de los consejos de distrito han asumido la bondad de esta vía de participación presupuestaria, pero saben que hay que hacer cambios. El primero, adelantar el trabajo. Este año las iniciativas vecinales llegaron cuando el presupuesto lleva aprobado desde enero -aunque se dejó abierta la partida territorial-, pero la idea es que para el próximo ejercicio el debate sea previo a la elaboración del presupuesto y sus iniciativas ya vengan reflejadas en el borrador que trabaje en el otoño. De hecho, en la página web municipal están accesibles formularios a rellenar por los integrantes de los consejos. En principio, en 2009 habrá otro millón a repartir.