M. IGLESIAS

A sus 64 años y retirado desde hace cuatro del mundo de la música, el violinista Vicente Cueva dedica el tiempo libre a su «asignatura pendiente»: la composición. Cueva, que ha sido violín primero de la Orquesta Sinfónica de RTVE desde su fundación, posee 150 obras de nueva creación en su haber. «La vida de intérprete sólo me dejaba tiempo para estudiar», señala el virtuoso, que mañana será investido como jovellanista por la Fundación Foro Jovellanos. Para la ocasión, Vicente Cueva ha elegido como tema central de su conferencia «Los sonetos de Jovellanos, un acercamiento musical».

-¿Qué supone para su persona un reconocimiento así?

-Supongo que me lo han otorgado por mi colaboración con el Foro Jovellanos desde hace años, ya que soy el compositor de la música que se realiza el 6 de agosto en homenaje al ilustrado. Este reconocimiento es el máximo, a nivel cultural, que me pueden otorgar en mi tierra.

-Dedica el tema de su conferencia al acercamiento musical con los sonetos de Jovellanos.

-Nadie se ha atrevido nunca a poner música a una poesía de Jovellanos. Esto se debe a que los poemas de Jovellanos son endecasílabos y, por lo tanto, es muy complicado encontrar la música idónea. Sin embargo, me lo propuse como un reto y terminé cuatro de sus sonetos.

-¿Cuáles?

-«Soneto a la Mañana», «a la Noche» y «a la Enarda». Esos tres fueron los primeros, después puse música al soneto dedicado a la Almena. Estos nombres se cree que son nombres ficticios que Jovellanos puso a sus supuestos amores que tuvo en la época en la que fue alcalde del crimen en la Audiencia de Sevilla, donde estuvo diez años. En esa época conoció a a grandes intelectuales y fue cuando comenzó a escribir.

-¿Fue difícil el reto?

-Muchísimo, fue muy duro y el más difícil que he realizado. Además, en uno de ellos intenté darle un poco de variedad, para que fuera diferente a los demás, y decidí que los primeros versos fueran recitados y que la melodía fuera llevada por el piano.

-¿Cuánto tiempo tardó?

-Cuatro meses. Nunca compuse la obra de seguido, sino que hice paradas porque en medio surgieron nuevas composiciones y nuevas creaciones.

-¿Tiene previsto interpretar en público estas obras?

-Me encantaría. Aunque se debe pensar que la Fundación Jovellanos es un foro que nació sin ánimo de lucro y, por lo tanto, todavía no se han acumulado los recursos suficientes para llevar a cabo la interpretación. Se necesitaría una cantante soprano.

-¿Ha pensado en alguien?

-Sí, he pensado en la soprano asturiana Beatriz Díaz. La composición está pensada para ella por la tesitura y cierto dramatismo que tiene. Creo que es la intérprete idónea. Beatriz también estaría dispuesta y tiene incluso las partituras con los sonetos de Jovellanos. También posee otras doce canciones que han sido compuestas por mí y cuyos versos corresponden al poeta asturiano Miguel Ángel Bonhome. Además de otras dos canciones de la poetisa Caterin Valdés. Espero que algún día pueda disfrutar de ese concierto.

-¿Cuál sería el lugar idóneo de interpretación?

-Por supuesto el teatro Jovellanos, también estaría bien la Casa Museo Natal de Jovellanos, aunque el espacio y aforo son demasiado pequeños. Pero en vista de que los poemas no se pueden interpretar, he invitado al acto de investidura al escritor asturiano Juan José Plans. Él será el encargado de recitar los sonetos, una vez acabada la conferencia.

-¿Cuál ha sido su última creación?

-Desde que me dedico a componer he creado 150 obras. En estos momentos acabo de finalizar «24 caprichos para violín solo». Además, una de las obras que he compuesto, «Poema de tu nombre para violín para barítono y orquesta sinfónica», se ha representado por el mundo. Por otra parte, mi hijo, que también es violinista, ha llevado mi música de cámara por todo el mundo.