Román GARCÍA

Un cliente le dejó un móvil con el que pudo contarles a sus padres lo que le estaba pasando. Los llamó y les relató su trágica historia después de hacer entender al hombre que requirió sus servicios sexuales que estaba pasando por una mala situación y que era urgente avisar en su casa. A muchos kilómetros de distancia, en Rumanía, los padres pensaban que su hija era camarera y no prostituta. Después de la trascendente llamada, sus padres se encargaron de avisar a la Embajada de Rumanía y éstos dieron la alerta al Cuerpo Nacional de Policía. La joven rumana, a la que seis compatriotas suyos retenían en Gijón y a la que obligaban a prostituirse en un bar de la avenida de la Costa, declaró durante la mañana de ayer ante el juez que instruye su caso en los Juzgados penales de Gijón. En su declaración contó los pormenores de lo sucedido y aseguró ante el juez que la retenían en la casa de la calle Menéndez Pelayo controlándola las 24 horas del día.

La vista oral se celebró en forma de prueba preconstituida ante la imposibilidad de que la víctima asista al proceso judicial definitivo cuando éste se celebre, una vez acabada la instrucción del caso. De esta manera su declaración ha sido grabada y podrá ser escuchada de nuevo en la vista oral del proceso. Fuentes jurídicas implicadas en el caso aseguran que la joven, que actualmente vive en una casa de acogida, será trasladada próximamente a su país.

Los seis implicados en el caso acudieron también al Juzgado para oír la declaración de la joven a la que prostituían. Fueron trasladados desde la cárcel de Villabona, donde permanecen en prisión provisional desde que fueron detenidos el 27 de marzo. Los tres hombres de nacionalidad rumana y sus tres compatriotas mujeres fueron detenidos por retener a la joven. La trajeron desde Rumanía engañada. Le dijeron que tenían un trabajo para ella en la hostelería pero la realidad era otra. La obligaron a prostituirse asegurando que acababa de contraer una deuda de 3.000 euros en concepto de gastos del viaje. Tras la detención y el comienzo del juicio la joven puede volver por fin a casa.