R. GARCÍA

V. M. C. C., vecino de Avilés, se enfrenta a una pena de año y medio de cárcel por ser el presunto autor de un delito de hurto continuado que tuvo lugar durante el mes de junio del año 2006. El acusado siempre operaba de la misma manera: se hacía pasar por cliente de empresas de la construcción a las que acudía y, tras montar varias piezas y equipos en su furgoneta, se iba sin pagarlos. Decía como excusa que se iba a por la factura, pero arrancaba su vehículo y emprendía la huida. El acusado nunca volvía al lugar en el que había robado, por lo que ahora son varias las empresas que le acusan. Sus hurtos eran de todo tipo: tubos de cobre para fontanería, cables y otros elementos que nunca llegó a abonar y que juntos alcanzan un valor de 11.441,50 euros.

Pero su fechoría mayor tuvo lugar en una conocida obra pública. V. M. C. C. sustrajo los conductores eléctricos que estaban destinados al alumbrado público de la Autovía del Cantábrico en el tramo que discurre entre las poblaciones de Villalegre y Vegarrozadas, en total el material que se llevó de esta obra alcanza un valor en el mercado de 13.592,95 euros. Los conductores eléctricos sustraídos por el ahora acusado pudieron ser recuperados, pero no fueron válidos para su uso ya que se encontraban muy deteriorados.

En el proceso judicial se personará el ministerio público, que pide para él 18 meses de prisión, además de la correspondiente indemnización que deberá de dar a todas las empresas que fueron objeto de sus robos. La vista oral del proceso judicial que intentará dilucidar los pormenores de este asunto se celebrará en el Juzgado de lo penal número 3 de Gijón el próximo lunes, día 19, a partir de las diez y media de la mañana.