A. R. L.

«Una obra con los equilibrios orquestales muy logrados y gran riqueza de matices», dice el veredicto del premio del II Concurso Magistralia. Al jurado también le ha sorprendido que una autora de tan corta edad haya presentado una obra que constituye «una muy interesante realidad en el panorama de la música actual», destacando por «un estilo preciso y emotivo que la convierten en una de las grandes promesas de la composición contemporánea».

Estas alabanzas se dirigen hacia la obra original de Zhang Qing, quien ya ha recibido cuatro importantes galardones como compositora en su país. Qing comenzó a estudiar composición a los 16 años, al tiempo que formaba parte como pianista de la Escuela de Arte de Pekín y posteriormente entró en el Conservatorio de Shanghai.

El jurado también coincidió unánimemente en destacar de la obra su carácter «divertido, variado y emotivo, con un arriesgado inicio». También incidió en el modelaje que presenta esta creación para ser posteriormente representada, abriendo la puerta a que «todos puedan entrar a formar parte de este juego». Por último, ensalzaron «la alta calidad, la buena redacción, la claridad y la profesionalidad de la obra».