M. CASTRO

La actual crisis económica va a tener efectos sobre el empleo en la factoría de Tenneco Automotive en La Braña, que fabrica los amortiguadores de la marca Monroe. El descenso en la venta de automóviles en España, junto al final del ciclo de uno de los amortiguadores que la factoría producía para Ford, ha provocado una reducción de la producción en la planta gijonesa, que se traducirá en la rescisión de la prestación de servicios por subcontratas, según comunicó la dirección de la factoría al comité de empresa en una reunión que mantuvieron el pasado 17 de abril. Tenneco prescindirá de entre 20 y 32 trabajadores de las subcontratas que prestan servicios en la propia factoría y que ahora serán realizados por su propio personal.

De ese modo evitarán que parte de la plantilla quede de brazos cruzados al bajar un 8,7% la producción respecto al año pasado. En 2007 la factoría gijonesa producía 11.500 amortiguadores al día. La media prevista para este año es de 10.500, según fuentes sindicales.

La multinacional comenzará a prescindir de las subcontratas que prestan sus servicios en la fábrica el próximo mes de junio. Los primeros afectados serán los diez trabajadores de Limpiezas Lux. A continuación, se prescindirá de los seis de Servicios y Contratas Lada en la propia planta y probablemente de los servicios de otros cuatro obreros de esta compañía que hacen en su nave de Tremañes tareas para Tenneco. Las otras contratas que operan en la fábrica son Hialpi Construcciones Metálicas, Uruastur, Rime y Eulen.

Trabajadores de la factoría sospechan que la eliminación de las subcontratas de la fábrica de La Braña es el paso previo para una regulación de empleo en Tenneco si se agudiza el descenso de producción de neumáticos, que es uno de los escenarios que la empresa ha trasladado a los sindicatos para los años 2009 y 2010. Tenneco ya intentó en anteriores períodos de baja producción regular empleo, pero las autoridades laborales denegaron la solicitud precisamente porque la empresa mantenía subcontratados parte de los servicios de la propia factoría, lo que supone una contradicción con el argumento de que no tenía trabajo suficiente para su propia plantilla.

El comité de empresa se mantiene, en cambio, a la expectativa debido a que considera que la situación es coyuntural. Es cierto que Ford ha dejado de hacer pedidos del amortiguador B256, que ha llegado al fin de su ciclo, pero el fabricante de automóviles está encargando la producción de un nuevo amortiguador para el Ford Fiesta, cuya producción comenzará en junio. Las mismas fuentes admiten que la producción del nuevo amortiguador no compensará el cese de la fabricación del que se ha eliminado. La dirección de la empresa también ha prometido de palabra a los sindicatos el traslado de producción de otras fábricas del grupo a Gijón.