Albina FERNÁNDEZ

La Asociación de Vecinos «Pando», de Poniente, y el Ayuntamiento acercan posturas para la ubicación, este año, de la «Semana negra» en la zona después de una reunión que mantuvieron ayer los concejales José Manuel Sariego y Francisco Santianes con la representación vecinal, asesorada por el abogado Marcelino Abraira.

Los representantes municipales se comprometieron ayer a firmar una resolución asegurando que ésta será la «única edición» a celebrar en Poniente del evento lúdico-cultural de principios de julio, que el próximo año deberá de cambiar de sitio. La representación municipal exigía inicialmente un decreto de la Alcaldía, pero Abraira aceptó la resolución al ser, asimismo, un documento administrativo válido.

El abogado había advertido a la asamblea de la necesidad de exigir un «compromiso con garantías legales» ante el «peligro» que supone creer en las palabras de los responsables municipales y de la «Semana negra» «porque no cumplen nada de lo que prometen», y que «lo único que entienden» son las sentencias judiciales.

El acuerdo final está pendiente ahora de que el Ayuntamiento presente un estudio de valoración técnica y jurídica de la incidencia acústica que tendrá la actividad sobre las viviendas de la zona. Un estudio previo necesario ante la organización de cualquier evento festivo o lúdico, según recoge el artículo 9 de la ordenanza municipal de ruidos y que estará listo en unos diez días.

El presidente de la Asociación de Vecinos «Pando», Manuel Ángel Baragaño, valoró positivamente el acuerdo alcanzado, aunque dejó cualquier decisión final en manos de la asamblea general. «Una vez tengamos el estudio sobre la valoración acústica convocaremos la asamblea y allí se decidirá si nos valen los compromisos y fijaremos el camino a seguir», señaló.

La asamblea ya acordó iniciar los trámites para presentar una demanda judicial en caso de que no haya acuerdo, y se comprometieron cerca de 115 personas para aportar los fondos necesarios y afrontar los gastos judiciales a razón de 50 euros, aunque según Baragaño, quedan algunos edificios sin visitar y se podrían superar las 150 aportaciones.