R. GARCÍA

Un conductor del transporte escolar del Colegio Jacinto Benavente de Vega-La Camocha triplicó ayer la tasa de alcoholemia permitida para los profesionales del volante. Agentes de la Policía Local han abierto diligencias contra J. F. S., de 50 años y vecino de Gijón, que llevaba a una decena de niños del Colegio Jacinto Benavente a su casa cuando fue sorprendido por un control rutinario que los funcionarios policiales practicaron a primera hora de la tarde de ayer en el Camino de la Iglesia, en Vega. En el etilómetro móvil que llevaban consigo los agentes de la Policía Local, el conductor arrojó un resultado de 0,51 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. Esto supone un índice que triplica el que está permitido para conductores profesionales, que se sitúa en 0,15. Por ello los funcionarios policiales procedieron a abrir diligencias contra él sin que pudiera ser detenido debido a que no superaba el mínimo de 0,60 que establece la ley para que se practique la detención policial y pueda ser trasladado a la Comisaría.

La dirección del centro avisó, minutos después del suceso, a las familias para que subieran a recoger a los alumnos hasta el colegio, ya que el conductor tuvo que ser trasladado a dependencias policiales, donde se le volvió a realizar un segundo control de alcoholemia. Esta vez en el etilómetro fijo que se sitúa en la Jefatura de la Policía Local, el conductor arrojó un resultado de 0,48 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, lo que también se considera un delito.

La Policía Local procedió a inmovilizar el vehículo. Se está a la espera de la sanción que puedan establecer las autoridades judiciales sobre el conductor, así como las disciplinares sobre el empleado por parte de la empresa del transporte de este colegio.