R. G.

No tenían contrato ni derecho a la Seguridad Social. Ni siquiera se les protegía con el cumplimiento de la ley de Riesgos Laborales, y si se atrevían a protestar por su situación como respuesta sólo recibían coacciones y amenazas. Ésta era la situación que varios ciudadanos brasileños, bolivianos y rumanos tuvieron que aguantar cuando trabajaban en una empresa de construcción y reformas de Gijón. Los tres responsables de esta constructora, dos hombres y una mujer, han sido detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Gijón. Están acusados de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Los funcionarios policiales pudieron descubrir esta situación irregular gracias a la denuncia de uno de los clientes de la empresa. Este ciudadano les habían encargado un trabajo que los responsables de esta constructora no habían acabado. Un día, la reforma que les había pedido a los responsables de la empresa había sido paralizada. El denunciante no consiguió contactar con las personas con las que había contratado la obra. Con las primeras pesquisas policiales, los agentes responsables de la investigación descubrieron que en esta empresa se había contratado a ciudadanos brasileños, bolivianos y rumanos sin respetar ninguno de los derechos de los trabajadores extranjeros. Por eso fueron detenidos los tres responsables de la empresa de construcción, una mujer y dos hombres. Éstos últimos tenían antecedentes policiales por delitos de estafa, amenazas y lesiones.

Uno de los trabajadores se atrevió a quejarse de su situación. Había denunciado a uno de los encargados por coacciones y amenazas que manifestó haber recibido al intentar reclamar el pago de un dinero que le debían por una obra.