M. IGLESIAS

María Teresa Valdés todavía recuerda cuando las mujeres disfrutaban de la piscina ubicada en las instalaciones grupistas como si de un gueto se tratara. «Estábamos rodeadas con vallas, no podíamos utilizar el resto de servicios, ni siquiera la cafetería», cuenta la tercera mujer socia de la historia del Grupo Covadonga, única asistente a la comida celebrada ayer por los veteranos de la entidad deportiva, quien considera que las cosas han cambiado «siempre para mejor».

Aunque María Teresa no fue la única que guardaba recuerdos de los inicios de la asociación, ya que los 200 primeros socios asistieron ayer a la ya tradicional comida de los abuelos, que se celebró en el restaurante La Salgar, y a la que asistió como invitado especial el actual presidente del Grupo Covadonga, Enrique Tamargo.

El responsable de la asociación de veteranos grupistas, Lisardo Argüelles, aprovechó la ocasión para recordar que el Grupo Covadonga cumplía 70 años, y que muchos «hemos colaborado con su construcción. Ahora se ha convertido en una herencia para nuestros hijos y nietos».

Mercurio Martínez es uno de ellos. Un socio que ayudó en la creación de lo que es ahora la entidad. Abonado desde el año 1939, cuando la cuota mensual no alcanzaba las 30 pesetas, Mercurio llegó a convertirse en el campeón de los pesos pesados en boxeo amateur a nivel nacional, incluso participó en las Olimpiadas de Berlín, ahora ostenta el cargo de ser el socio número 3 del Grupo Covadonga. «Practiqué deporte toda la vida, como forma de vivir, por costumbre», relata Mercurio, quien recuerda la gran familia de «40 socios», que era en un principio el Grupo Covadonga. El veterano no es el único que piensa que la vida en la entidad ha cambiado, «ahora hay demasiada masificación», dice Javier Rodríguez, que lleva más de 50 años como socio. «Hubo un cambio social importante, sobre todo, con la llegada de las mujeres y los niños», añade.

Ayer, a ninguno le faltaron historias para contar, antes y durante la comida, aunque el momento más emotivo llegó después del festejo cuando Lisardo Argüelles entregó la insignia del Grupo Covadonga a los 23 socios que cumplieron 50 años en la entidad. Además, de dos premios especiales por su «factor humano».

Insignias a los 50 años

Joaquín Rodríguez, Mercurio Martínez, Antonio Benito, César Benito, Raúl Novoa, Marcelino Álvarez, Juan Manuel Pérez Arango, Luis Álvarez Fernández, Roberto Muñiz Sopeña, Enrique Prieto Costales, Iván García Iglesias, Emilio García Alonso, Bernardino Suárez Meana, Miguel Ángel Menéndez Robles, Enrique Rodríguez Gallardo, Romualdo Márquez Condes, Iván Ignacio Fernández, Manuel Pazos, Emilio Tuya Canal, Ángel Sanz, Ramón Valle, César Fernández y Jesús Canga.

Premios especiales

Francisco Berges Bada, socio desde el año 1967 y José A. Rosales Barro, socio desde 1963.