Miriam SUÁREZ

Los constructores gijoneses firmaron ayer un protocolo de colaboración con el Ayuntamiento para organizar el mercado de la vivienda de protección autonómica, la modalidad edificatoria con mayor demanda en este momento de incertidumbre económica. La primera intención era ceñir el convenio sólo al área residencial de Roces, aunque finalmente se «abrirá» a todas las promociones de este tipo que se desarrollen en el concejo.

«Esta línea de trabajo va a dar muchas satisfacciones», vaticinó el concejal Francisco Santianes (IU), presidente de la Empresa Municipal de Vivienda y artífice de la iniciativa. «El principal objeto de esta colaboración es aunar esfuerzos para facilitar el acceso a las viviendas de protección autonómica», explicó. Esta tipología de vivienda recibe importantes subvenciones públicas, pero están promovidas por la iniciativa privada. Que los constructores puedan comercializarlas sin mediación de la Administración y sin estar obligados a publicitarlas ha originado más de una polémica.

Según el acuerdo rubricado ayer, la Asociación de Promotores y Constructores de Gijón (Asprocon) se compromete «a fomentar esta colaboración entre los socios; a informar a la Empresa Municipal de Vivienda de los promotores de protección autonómica; o a publicitar las convocatorias», resumió Manuel Pastor, presidente de la patronal de la construcción. Por su parte, el Ayuntamiento garantiza agilidad en la tramitación de licencias y el apoyo de la Empresa Municipal de Vivienda para gestionar las solicitudes e informar de las ventajas y limitaciones de los pisos de protección autonómica. Además, añadió Santianes, «haremos llegar a Asprocon nuestros estudios y propuestas sobre las necesidades de vivienda en Gijón, para que puedan orientar sus promociones».

Actualmente, en el registro municipal hay inscritas más de 8.000 personas. Santianes y Pastor coincidieron en que el convenio redundará «en beneficio de los adquirentes de este tipo de vivienda» más asequible, aunque su contenido no sea vinculante y deje a voluntad de cada constructor la colaboración con la empresa municipal. El acuerdo, en cualquier caso, es pionero en Asturias y «muy importante».