R. VALLE

El 30 de mayo de 2007 todo eran lágrimas de emoción en el Palacio de Deportes de La Guía: 276 gijoneses se hacían con un piso en un sorteo al que habían llegado cerca de dos mil personas. Ahora, un año más tarde, también hay lágrimas... pero de dolor e impotencia. Adjudicatarios de esas viviendas que se repartían entre El Lauredal, la antigua sindical de la Carretera Carbonera y la calle Pintor Manuel Medina de Contrueces denuncian que aún siguen esperando por las llaves para ocupar su casa.

Desde el Ayuntamiento se confirma que sus deberes están completos desde hace diez meses, pero que el retraso se vincula a la gestión del Gobierno regional. El proceso de selección y sorteo se realiza desde la Empresa Municipal de la Vivienda, que preside el edil de IU Francisco Santianes, pero la tramitación final corre a cargo del área de Vivienda del Gobierno regional, que ahora se vincula a la Consejería de Infraestructuras y Política Territorial y que en el anterior mandato dependía de Laura González como responsable de Vivienda y Bienestar Social.

Los afectados han hecho llegar sus quejas al gobierno local ya que esta demora les obliga a seguir pagando una renta y a renovar contratos de alquiler sin un plazo establecido y, sobre todo, porque nadie es capaz de concretar cuál será la fecha definitiva de entrada. «Comprendemos que hemos tenido suerte en este sorteo y no pedimos que se nos den ya los pisos, lo que pedimos es que se nos dé alguna noticia de cuándo será la entrega, y que ésta sea lo antes posible», explica uno de los adjudicatarios en una carta enviada a los responsables de Vivienda del Ayuntamiento, que también muestra su preocupación por el deterioro de unas casas que llevan un año cerradas.