R. GARCÍA

La investigación del caso y la instrucción del proceso judicial han permitido certificar que Rafael G. S., acusado de matar a su compañero, Constantino Jesús Mesa Vega, de 58 años, en su domicilio de Tremañes, estaba a tratamiento psicológico. El encausado tomaba cada noche tranquilizantes y consumía de manera habitual drogas como hachís y alcohol. El abogado que le defiende ya avanzó al comienzo del proceso judicial que éste podía ser uno de los atenuantes que se tuvieran en cuenta cuando llegue el momento de la vista oral del juicio, indicó a este periódico.

El proceso seguirá como sumario y no será realizado mediante el procedimiento de jurado, como se preveía al comienzo de la instrucción. Este cambio se debe a que, además de la acusación de homicidio, Rafael G. S. se enfrentará a otra de intento de robo, ya que el día de los hechos robó la tarjeta de crédito del acusado e intentó sacar dinero con ella en un cajero. No lo consiguió, porque desconocía la clave del fallecido.

A Rafael G. S. le consideran el responsable de la muerte de Constantino Jesús Mesa Vega, en enero del presente año, en un piso de Tremañes. En su primera declaración ante el juez, cuando pasó a disposición judicial, se confesó autor del crimen. El acusado, que se dedicaba a mendigar en las iglesias y no tenía domicilio conocido, carece de antecedentes penales.

A día de hoy, se encuentra cumpliendo prisión provisional en la cárcel asturiana de Villabona, adonde le destinó el juez de instrucción que lleva el caso. En un primer momento se apuntaba que fallecido y acusado podrían mantener una relación sentimental, extremo que Rafael G. S. negó al comienzo de las investigaciones.