Miembro del grupo folk «Verdasca» y estudiante de música
Miembro del grupo folk «Verdasca» y estudiante de música
Lo tuvo claro desde siempre. La afición de Llorián García por la música es sólo unos años posterior a su empatía por la cultura tradicional asturiana. Una simbiosis que ha dejado de ser una afición para dar forma al futuro profesional de un gijonés de 20 años que ya apunta como uno de los jóvenes con más proyección del panorama folk de la región. Con los premios del Concurso de muestra de folclore «Ciudad de Oviedo» y el segundo premio en el Festival de Lorient aún quemando en el bolsillo, se plantea orientar su futuro a la música en todas sus facetas, desde la práctica sobre los escenarios hasta la docencia.
-Ante todo, felicidades por el premio.
-Muchas gracias.
-Por su curriculum, parece que para usted la música es mucho más que una afición...
-Sí, ya cuando estaba en el instituto no tenía muy clara mi perspectiva profesional, pero en casa me animaron mucho. Aunque, por desgracia, cada vez menos, sigue estando un poco mal vista la profesión de músico. Parece que no se puede ser un profesional de la música de forma digna.
-Desde luego, es difícil. ¿Se puede llegar a vivir de la música y, más en concreto, de la música tradicional, que tiene un público tan reducido?
-Hombre, vivir de la música no es sólo tocar. Yo acabo de terminar Magisterio por música y una salida es enseñar. Por otro lado, creo que aunque nos movamos en un círculo bastante minoritario tampoco está tan mal si lo comparamos con otros estilos como el rock.
-Sin embargo, en Asturias no tiene el tirón de otras comunidades autónomas, como Galicia. ¿Qué pasa en el Principado?
-Aquí hay un movimiento espectacular, pero las instituciones no lo apoyan como deberían. Hubo un surgimiento importante de grupos que fueron subiendo el nivel, pero falta más apoyo por parte de las instituciones, porque sale todo de la iniciativa privada y en Gijón, pese a ser la ciudad con mayor población de Asturias, no hay una Escuela de Música Tradicional Municipal.
-¿Y es necesaria?
-Por supuesto, porque hay mucha gente alrededor de la música tradicional que, o bien se dedica a ello, o bien le gustaría aprender o buscar su camino en esa dirección. El Ayuntamiento de Gijón tiene un presupuesto mucho más importante que otros ayuntamientos que sí tienen Escuela de Música Tradicional.
-¿Habría demanda suficiente para cubrir ese hueco?
-Sí, claro. En Oviedo hay una Escuela de Música Tradicional Municipal y tienen muchísimos alumnos. De hecho, en las escuelas de música municipales de Asturias, la gaita es el instrumento que más se escoge junto con el piano.
-Se lo pregunto porque en ocasiones da la sensación de que es la propia sociedad la que no reclama la cultura tradicional.
-Ese sentimiento de inferioridad existía tradicionalmente en los pueblos con respecto a la gente de la ciudad, pero yo creo que eso ya desapareció, que la sociedad se está concienciando de que es una variedad cultural que tenemos, con su valor, y que es digna de que nos sintamos orgullosos de ella. También es importante el apoyo de las instituciones y de los medios de comunicación, porque lo que no sale en los medios no existe.
-¿Con la música se nace o se puede aprender?
-La música es cultura. Se aprende. Hay personas que tienen más capacidad, pero eso se educa.
-¿Y en los colegios? ¿Se da suficiente importancia a la música?
-Desgraciadamente, muchas veces no se potencia lo que se debería, además de que hay muy pocas horas de música en la escuela. En cualquier caso, creo que el que da clase de música tendría que ser músico. Si no, quita un poco el espíritu.
-¿Tradición o innovación? ¿Con qué se queda?
-Yo creo que no son incompatibles. En la tradición siempre hay innovación porque está viva. La clave está en conocerla y, una vez interiorizada, acercarla a las tendencias de hoy en día.
-¿Cómo le gustaría verse dentro de diez o veinte años?
-Si podemos hablar de utopías, me gustaría ser profesor de la Escuela Superior de Música Tradicional de Asturias.
-Tendría que fundarla...
-Estaría encantado. Ojalá...
-¿Con qué sueña Llorián?
-Con que el mundo valore lo propio y lo de fuera.
-¿Es difícil encontrar dónde tocar?
-Bueno, yo vivo en Caldones, en una zona rural, y no tengo vecinos, así que puedo ensayar en casa. A la hora de dar un concierto es otra cosa. Nosotros no nos podemos quejar, porque somos la novedad, ganamos algún concurso y somos carne fresca, así que tenemos bastantes fechas.
-¿Cuál es su próximo objetivo?
-Ahora tenemos un par de conciertos por aquí y el mes que viene nos vamos a una pequeña gira por Italia. Además, mandamos la inscripción para el concurso de folk que se celebra en Navelgas, «Cuartu los Val.les»
-¿Por Italia?
-Fue a través del Festival de Lorient, donde estuvimos el año pasado. Participamos en un concurso de jóvenes promesas y quedamos segundos, el mejor puesto que consiguió un grupo asturiano en ese concurso. Nos llamaron para tocar en un festival en el Piamonte y, ya que íbamos, buscamos alguna fecha más.
-Con el mundo que ha elegido, ¿su futuro pasa por Asturias?
-Hombre, yo me veo viviendo, si no en Caldones, en una zona rural asturiana. Es mi cultura y no me planteo abandonarla, si no es necesario.
-Y lo de pagarse una hipoteca como músico, ¿qué tal está?
-Bufff... La cosa está muy difícil, y más en el ámbito de la música tradicional. Por eso estudio. Intentaré sacar una oposición y luego ya veremos, porque la vida de músico está muy bien con 20, 30 o, incluso, 40 años, pero ya está.
«El sentimiento de inferioridad con respecto a la cultura tradicional ya está desapareciendo»
«Desgraciadamente, la música en los colegios no se potencia lo que debería; hay muy poco tiempo»
Llorián García Flórez
- Nace en Caldones, el 17 de agosto de 1987.
- Este año acaba de obtener el título de Magisterio por la rama de Música de la Universidad de Oviedo y el próximo curso comenzará el segundo ciclo de Musicología.
- Su afición a la música le viene desde siempre, aunque fue con 12 años cuando empezó sus estudios de gaita. En la actualidad cursa el grado medio en el Conservatorio.
- A los 13 años comenzó con el violín tradicional y, posteriormente, se interesaría por el violín clásico.
- En la actualidad, compagina sus estudios con el grupo folk «Verdasca», del que es miembro fundador y con el que acaba de ganar el Concurso de muestra de folclore «Ciudad de Oviedo» en la especialidad de grupos folk y con sus actuaciones de acompañamiento de tonada, en concreto de la cantante Mari Luz Cristóbal Caunedo.
- Además de la música, le gusta viajar y conocer las culturas de los pueblos, en especial la cultura tradicional asturiana.
«Gijón tiene más presupuesto que otros Ayuntamientos que sí tienen Escuela de Música Tradicional»