María CAVIA

La familia de David Blanco, el joven gijonés de 22 años que falleció en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía el 26 de diciembre de 2008, exigió ayer a las autoridades, junto a un grupo de asociaciones, partidos y sindicatos, la reapertura del caso de la muerte del joven. Su madre, Begoña González, aseguró que las causas sobre la muerte de Blanco están sin aclarar. «No sabemos las razones para que la juez archivara la causa y pedimos que se reabra el caso, aún no sé cómo murió mi hijo porque el primer informe del forense no me aclaró nada», dijo. El informe explicaba que la muerte se produjo de forma natural. Por este motivo, la familia solicitó ayer una segunda autopsia, ya que el supuesto consumo de cannabis por parte del joven «no justifica que se muriese de forma repentina».

«Es muy raro que un ciudadano pueda fallecer por el consumo de cannabis, así que ha habido muchas contradicciones en las circunstancias de la muerte de este chaval», explicó Juan Manuel Martínez Morala, miembro de la Plataforma Contra la Represión y por las Libertades y que apoya a la familia de Blanco en su lucha por reabrir el caso. «Nosotros, como denunciantes, pedimos una serie de pruebas periciales, por eso el caso lo hemos llevado a la Audiencia Provincial, y me imagino que saldrá a finales de este mes», comentó Begoña González.

David Blanco fue detenido el 26 de diciembre al ser sorprendido por la Policía en una autoescuela del barrio de El Natahoyo después de forzar la puerta. Agentes de la Policía Nacional lo trasladaron a Comisaría y el joven murió a las pocas horas. «La versión oficial de la Policía es que lo pasaron a ver horas antes del fallecimiento y cuando volvieron ya había muerto», apuntó ayer Martínez Morala. «Por eso exigimos una nueva investigación que sea esclarecedora», concluyó.