El exterior de la mayoría de los pubs de Inglaterra es una obra de arte. Bueno, eso es lo que a mí me parece. Son tan guapos por fuera que entran unas ganas enormes de descubrir lo que hay dentro. Y el interior casi nunca defrauda. La decoración suele ser bastante recargada pero sin caer casi nunca en el mal gusto. Al contrario, consiguen con ella un ambiente muy cálido. El pub en Inglaterra es el establecimiento más popular, el más «inglés».

En los pubs de 2009 se come bien y barato. Quien quiera comprobar cómo se cae estrepitosamente el viejo tópico de que en Inglaterra se come mal y es caro, sólo tiene que darse una vuelta por un puñado de pubs de la otrora Pérfida Albión. Las cartas de platos no suelen ser muy largas, pero son lo suficientemente variadas como para que todo el mundo encuentre elaboraciones que le puedan gustar. Las raciones son abundantes. Con un plato principal y un postre queda uno más que satisfecho. ¿Y para beber?: cerveza, claro, y de barril, por supuesto. Si vamos a pasar unos días a Inglaterra, creo que lo más lógico es dedicarse a probar unas cuantas de las muchas clases de cerveza que tienen. En cualquier pub que se precie no hay menos de una docena de grifos de la espumeante bebida. Cierto que actualmente se ve mucho más vino en los pubs que hace diez años. Cierto que los ingleses son cada vez más aficionados a blancos, rosados y tintos, pero, qué quieren que les diga; si uno se va unos días a Inglaterra, lo más normal es que se dedique a probar unas cuantas de las muchas variedades de cerveza que se va a encontrar. El vino, que sí es caro allí, mejor que lo dejemos para cuando volvamos a España. Un plato principal más un postre más una pinta (algo más de medio litro) de cerveza te pueden costar entre doce y quince euros.

En los pubs el cliente pide en la barra la comida y la bebida, y paga por adelantado. Luego le llevan a la mesa lo que previamente pidió. El servicio suele ser «correcto y amable», sin más. En muchos locales sería deseable un poco más de profesionalidad y entusiasmo por parte de los camareros, ¿a qué nos suena esto?

La comida de los pubs de hoy en día es notablemente mejor que a finales del siglo pasado. No es ni refinada ni presta demasiada atención a lo estético, pero sí es consistente y sabrosa -aunque a veces demasiado especiada para el gusto español.

Sí, créanme, en los pubs de Inglaterra se come bien y barato. Y si sólo quieres tomarte una pinta de cerveza, generalmente pagarás por ella menos de tres euros. Yo soy tan forofo de los buenos pubs que justificaría un viaje a la Gran Bretaña en el que el único objetivo fuera visitar una docena de ellos.

De todos modos, ¡ojo!, que siempre se puede encontrar uno con la excepción que confirme la regla. Así que cuando se dejen caer por aquellos pagos les aconsejo que antes de elegir un pub pregunten. En el hotel, en una tienda o, mejor: en la calle. Los nativos suelen ser muy atentos y serviciales con los turistas. Sí, si preguntamos mucho por la calle, se nos puede venir abajo otro tópico, ése que dice que los ingleses son cerrados y poco agradables con los que los visitan, pero eso ya es otra historia? De momento, quedémonos en los pubs.