M. C.

Javier Huete Nogueras, natural de Jaén, ejerció durante 17 años como fiscal antidroga en Bilbao, antes de incorporarse al Tribunal Supremo.

En ese tiempo, trató de demostrar la vinculación de ETA con el tráfico de drogas. «Lo sostuve. En algún momento eso se llegó a detectar; había indicios de ello. Intentamos investigarlo y llegamos hasta donde pudimos», señala.

¿El motivo de esa vinculación etarra con las drogas?: «Las armas y los explosivos son muy caros; es una de sus fuentes de financiación», recalcó.

Javier Huete Nogueras guarda un buen recuerdo de su paso por el País Vasco, un territorio que «me encantó y en el que dejé grandes amigos». Una valoración que mantiene pese al riesgo de sufrir un atentado terrorista por sus investigaciones. Un riesgo que «se concretó con una amenaza» por parte del grupo terrorista, recuerda.

Antes de incorporarse a la fiscalía, Javier Huete también ejerció como juez en la localidad castellano-manchega de Puertollano, en el año 1979.

El «Curso sobre intervención del fiscal en el juicio oral», en el que ayer impartió una charla Huete, se clausura esta mañana con otras dos ponencias; las de Antonio del Moral García, también fiscal del Tribunal Supremo, y la del magistrado de la Audiencia Provincial de Asturias José María Álvarez Seijo.