Nacho AZPARREN / J. E. C.

Fueron cinco minutos de batalla campal. Las calles Manso y Aguado se convirtieron ayer en el escenario de una pelea multitudinaria entre aproximadamente dos centenares de aficionados del Sporting y unos cuarenta ultras del Sevilla, que se dirigían hacia el estadio de El Molinón para presenciar el choque entre los dos equipos, correspondiente a la decimocuarta jornada del Campeonato nacional de Liga. Durante los pocos minutos que duró la refriega, volaron ladrillos, palos, barras de hierro y bengalas. La enorme trifulca finalizó con unos cincuenta heridos, doce de los cuales tuvieron que ser atendidos en el Hospital de Cabueñes por fuertes contusiones y cortes. La Policía detuvo a uno de los implicados y abrió, además, unas 50 diligencias.

Los ciudadanos que presenciaron el altercado no daban crédito a lo ocurrido. «Duró muy pocos minutos, pero se lanzaron de todo. Se veían hasta chorros de sangre, menos mal que la Policía no tardó en aparecer», comentaba Manuel Martínez, vecino del barrio de La Arena y testigo de los acontecimientos. La pelea se produjo pasados pocos minutos de las seis de la tarde. Además de los daños personales, también se constataron desperfectos en el mobiliario urbano. Señales arrancadas, escaparates rotos y coches con la luna reventada eran algunos de los desastres que se podían contemplar en la calle Manso minutos después de la pelea.

«En cuanto vimos la que se estaba liando, llamamos a la Policía y mandaron a los antidisturbios», explica Ricardo Suárez. «Aproximadamente vendrían unos 15 coches de la Policía Local y unas 7 u 8 furgonetas de los antidisturbios», recuerda otro testigo. La calle estuvo cortada al tráfico durante unos minutos después del enfrentamiento entre aficionados. Los Bomberos se tuvieron que desplazar hasta el lugar de los hechos para limpiar la carretera de los innumerables objetos lanzados a la vía pública.

Al parecer, miembros de los dos grupos ultras enfrentados ayer se habían lanzado continuas provocaciones durante toda la semana en diferentes foros de internet. Los hinchas radicales de ambos clubes acumulan años de odio por divergencias ideológicas, ya que los andaluces están vinculados a la izquierda radical mientras los gijoneses pertenecen a movimientos de extrema derecha. Además, los seguidores más radicales del club rojiblanco tienen importantes lazos de unión con los del Real Betis, rival histórico del Sevilla.

Antes de acceder al estadio, agentes de la Policía Local cachearon a aficionados sospechosos de haber participado en la batalla campal. Las multas para los que portaban objetos peligrosos o armas rondarán los tres mil euros. La Policía no descarta que se produzcan más detenciones en los próximos días.