-En la asamblea extraordinaria, varias socios reprocharon a la directiva el gasto realizado para contratar los servicios jurídicos que elaboraron la auditoría sobre el Centro Asturiano. ¿Era necesario ese desembolso?

-Yo considero que era un gasto necesario. La fusión estaba aprobada en unas condiciones, pero dudábamos si se habían mantenido esas condiciones. Por eso, nos vimos obligados a contratar a uno de los mejores abogados en la materia y estamos encantados con el trabajo que ha hecho el despacho Garrigues Walker. El dinero que hemos gastado no está por encima del precio de mercado, ni mucho menos.

-También hubo quien puso en duda la objetividad de los informes.

-No quiero ni puedo dudar de un informe realizado por un catedrático de Derecho Administrativo y por un auditor. Quiero pensar que lo hacen bien, porque para eso están. Además, creo que los datos son los aportados por el propio Centro Asturiano de La Habana. No seré yo quien ponga en duda el trabajo de los profesionales.

-¿Qué futuro inmediato les espera al Grupo y a sus más de treinta mil socios?

-Lo más inmediato es tratar de frente los temas que realmente nos preocupan, es decir, la expansión del club. Hay que estudiar desde ya la posibilidad del CHAS. Si finalmente fracasara, las soluciones deberíamos buscarlas dentro de nuestra propia casa. Está claro que además tenemos otras prioridades muy importantes, como cubrir las canchas de tenis para no tener que suspender más cursillos. También es necesario contar con más canchas de pádel y acometer mejoras en el pabellón verde, que es una maravilla que debemos conservar.

-¿Llevará el tema de la expansión del club a la próxima asamblea ordinaria?

-De momento, vamos a empezar a movernos y luego, por supuesto, daremos toda la información a los socios para que sean ellos los que decidan. Económicamente estamos capacitados para abordar la expansión hacia el CHAS, pero en esto, como en todo lo que pasa en el Grupo, la última palabra la tienen los socios.