M. CASTRO

Asturiana de Zinc (Azsa) prevé utilizar un terreno en Carbaínos (en la parroquia gijonesa de Cenero) como vertedero de los residuos industriales de la producción de cinc en su fábrica de San Juan de Nieva (Castrillón). Se trata de la mayor fábrica del mundo de este metal, en la que se generan 562.650 toneladas al año de un residuo no peligroso denominado jarofix (un producto inerte que contiene hierro y calcio y trazas de plomo, cinc, aluminio, sodio, cadmio y cobre, entre otros componentes).

Tanto el Gobierno del Principado como el Ayuntamiento de Gijón están al tanto de la decisión de Azsa, motivada por el próximo agotamiento del vertedero que ahora utiliza; la cantera de El Estrellín, en Avilés, al que le quedan unos dos años de vida útil. La autorización del nuevo vertedero en Gijón está pendiente de la correspondiente declaración de impacto ambiental por parte del Principado y de que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico autorice el vertido de aguas al río Veranes.

La zona escogida en Cenero está próxima a las instalaciones de la Pecuaria del Serida y a nueve kilómetros del casco urbano de Gijón. En la actualidad ya se utiliza como vertedero de materiales inertes. En el previsible caso de que se autorice el vertido de materiales industriales, Azsa tendrá que impermeabilizar el terreno y construir balsas de decantación para el tratamiento de los líquidos potencialmente contaminantes que se generarán al atravesar el agua de lluvia estos residuos.

La impermeabilización del terreno y el tratamiento de líquidos para evitar los vertidos contaminantes a cauces fluviales son también las características de los vertederos de basura como el de Serín, en el que se recogen cada año los 475.000 toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan en toda Asturias (un 18,45% menos que los residuos que Azsa eliminará en Cenero). Según el PSOE, el agotamiento a medio plazo del frente de vertido de basuras en Serín obliga a la construcción de una macroincineradora para quemar los residuos urbanos. Una visión que no comparten sus socios de Gobierno de IU-BA-Los Verdes ni los distintos colectivos ecologistas, que apuestan por políticas de reciclaje, por la búsqueda de un nuevo vertedero o, en su defecto, por utilizar, para las basuras urbanas, vertederos industriales como el que se prepara en Cenero.

Azsa considera que el vertedero de Carbaínos es imprescindible para mantener la producción en su factoría de San Juan de Nieva. La empresa considera inviable la alternativa de ampliar el vertedero que utiliza actualmente, El Estrellín, debido a que algunas de sus zonas ya se encuentran selladas, al estar próximo al fin de su vida útil y a que la cantera de El Estrellín es propiedad de Acciona, por lo que esta empresa condicionaría el proyecto de ampliación. Asturiana de Zinc no ha hecho públicas las localizaciones de potenciales vertederos alternativos al que prevé en Cenero, para lo que alega cuestiones de confidencialidad.

El futuro vertedero industrial de Carbaínos tendrá 55 metros de altura. En su cota más baja ocupa una superficie de 14.969,68 metros cuadrados, que irá aumentando hasta los 128.871,60 metros cuadrados que ocupará cuando los vertidos lleguen a su cota más alta.

En un análisis previo al estudio de impacto ambiental, Azsa considera que el vertedero tendrá impactos positivos y negativos en la población del entorno. Positivos por el empleo de mano de obra local para su gestión. Negativos por el ruido del tráfico de camiones para efectuar los vertidos, que sólo se harán de día.