M. C.

La sección sindical de USIPA en el Ayuntamiento salió ayer en defensa de la trabajadora expedientada por no aceptar la presentación de un escrito en asturiano. El sindicato acusa al Ayuntamiento de cargar la responsabilidad sobre una trabajadora a la que no se había dado la formación para desenvolverse en esa situación. «No se trataba de una funcionaria, sino de una persona contratada a través del Inem con un contrato basura de corta duración y bajo sueldo, con los que el Ayuntamiento cubre sistemáticamente vacantes de personal en el servicio», explica USIPA en un comunicado.

El sindicato dice que el Ayuntamiento situó a esta trabajadora en un puesto reservado a personal funcionario, poniéndola «en un puesto en el que hay que manejar una cantidad enorme de información y tener conocimiento de todo el Ayuntamiento», por lo que USIPA rechaza que «los problemas originados por las deficiencias de la propia organización se carguen sobre una trabajadora que ocupa el puesto más bajo de la estructura».