M. C.

Los problemas para comercializar el alquitrán, uno de los subproductos de las baterías de coque de Arcelor-Mittal, han llevado a la multinacional siderúrgica a quemarlo en las propias baterías, según sostienen representantes sindicales y corroboran personal de las instalaciones. La empresa niega estas afirmaciones y asegura que sigue vendiendo todo el alquitrán que produce, si bien no concretó datos al respecto.

«El alquitrán antes se vendía para carreteras, pero como ahora no se puede hacer nada con ello, lo echan mediante bombas a las cintas del carbón» que transportan la hulla que alimenta los hornos de coque, según explicaron personas conocedoras del proceso productivo en estas instalaciones.

Esa mezcla de alquitrán con hulla, según las fuentes citadas, coincide con las grandes humaredas en las baterías de coque que se han visto desde distintas partes de la ciudad. Unas humaredas que se produjeron tanto en las baterías de Gijón como en las de Avilés y que colectivos ecologistas habían relacionado con una posible adquisición por parte de la empresa siderúrgica de compra de hulla de peor calidad para producir coque. Más que un cambio en el tipo de carbón, lo que se está produciendo es la mezcla del mismo con el alquitrán que la empresa no logra colocar en el mercado, según las fuentes antes citadas.

No obstante, desde los sindicatos se insiste en que el origen de esas humaredas está más relacionado con la falta de mantenimiento en las baterías que con lo que éstas consumen. La empresa se ha comprometido con los sindicatos a efectuar una serie de reparaciones en las baterías de coque, en las que ya no funcionan varios de sus hornos y en las que otros no pueden trabajar a pleno rendimiento. Según los sindicatos, son estos últimos los que producen las humaredas, al trabajar a media carga y a temperaturas más bajas de lo habitual.