Eloy MÉNDEZ

Después de cruzar media Europa, ya tienen quien les mime. Un total de 48 perros recogidos en centros de Gijón y Langreo pusieron rumbo el pasado 20 de febrero hacia Holanda para conocer a sus nuevos dueños, gracias a la colaboración conjunta de la Asociación de Amigos del Perro y de la entidad neerlandesa SOS Strays. Una original iniciativa que trata de paliar el colapso de los albergues de animales asturianos gracias a la fuerte demanda de adopciones que existe en otros países.

«Las entidades que protegen a los animales de manera seria llegan a estos acuerdos para poder encontrar hogar a todos los perros abandonados», afirma Dolores Moreno, presidenta de la Asociación de Amigos del Perro, que se dedica a recoger mascotas desatendidas de toda Asturias. Por este motivo, desde hace años, este colectivo inició el envío de ejemplares a Holanda, un país con una población muy sensibilizada con el respeto hacia los animales y en el que apenas existe el abandono. «Este tipo de convenios son imprescindibles para desarrollar una política proteccionista de calidad», apunta Moreno, consciente de que el destino final de los cánidos adoptados ofrece todas las garantías desde el punto de vista de los cuidados básicos.

Los 48 perros que iniciaron esta particular emigración en busca de un nuevo hogar pertenecían a la perrera municipal de Gijón, en Poago, a la de Langreo y al albergue de animales de Serín. Por primera vez, este año se desplazaron directamente desde tierras asturianas hasta el punto de encuentro holandés, a diferencia de ediciones anteriores, cuando partieron desde Barcelona. «En Holanda son muy compasivos en la adopción de perros viejos o con algún problema físico porque valoran más que tengan un carácter cariñoso con las personas que su apariencia», subraya Alejandra Mier, secretaria de la Asociación de Amigos del Perro. Algo que pudieron comprobar los animales nada más bajarse del camión que, durante 16 horas, los transportó hasta su destino. «Les recibieron con los brazos abiertos y llenos de ilusión», explica Mier, convencida de que es necesario incrementar este tipo de medidas para poner coto a la llegada masiva de mascotas a los centros de acogida españoles.

En este sentido, los responsables de Amigos del Perro sostienen que estos convenios internacionales, así como las prácticas para controlar la natalidad, son los únicos medios para reducir el alto porcentaje de animales abandonados en Asturias. «Muchas veces no damos a basto», asegura Alejandra Mier, que dirige tanto la perrera como el albergue de Gijón. Por eso, se congratula de que, en países como Holanda, el hombre sea el mejor amigo del perro y no al revés.