C. JIMÉNEZ

La innovación ha llegado al sector de la construcción y el presidente del Club Asturiano de la Innovación, Faustino Obeso, habla de una nueva revolución industrial. La casa, entendida como una máquina, se convierte en un objeto útil, fabricado mediante el ensamblaje de piezas industrializadas al igual que un coche, un avión o un barco, sin necesidad de desplazar todos los materiales y maquinaria al lugar de la edificación. La fábrica cobra ahora más importancia y el edificio se convierte en un mecano, al modo que ha popularizado la multinacional sueca Ikea con sus muebles.

Para poner en práctica este nuevo proceso constructivo, seis empresas de la región se han unido con el objetivo de fomentar la industrialización de la construcción en Asturias. Alusin, AST Ingeniería, Ingeniería Acústica IA3, Innova Sistemas de Gestión e Innovación, Modultec y Oficina Técnica Astur, apoyadas por el Club Asturiano de la Innovación y el IDEPA pretenden integrar el sistemas de construcciones modulares en la edificación. ¿Ventajas? La más importante de ellas, el ahorro de costes, tanto para el fabricante como para el cliente, pero también repercute en la sostenibilidad ambiental. Se pretende desarrollar un sistema integrado de diseño y construcción asistido por ordenador que facilite la interacción entre las actividades de los agentes que participan en el proceso de diseño y construcción de viviendas.

La Universidad y su departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación están especialmente interesados en participar en estos trabajos, aseguró el director de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Gijón, Hilario López. Igual de entusiasmado con el proyecto se mostraba el director del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA), Víctor González Marroquín, quien animó a apostar por estas nuevas técnicas constructivas, para avanzar así en procesos más eficientes. Y agregó que uno de los factores que van a ponderar en la concesión de ayudas de la Administración será la participación en agrupaciones empresariales.

Sobre el proyecto presentado para la industrialización de la construcción, Marroquín señaló que encaja perfectamente con el rumbo que está tomando el sector. El IDEPA ha realizado una aportación de 63.000 euros para el arranque de esta agrupación empresarial.

En Asturias funcionan ya 12 «clúster», con dos candidatos a convertirse en agrupaciones empresariales innovadoras excelentes. «Si las empresas no se agrupan van a tener un futuro difícil», advirtió el director del IDEPA. La agrupación empresarial para la industrialización de la construcción pretende con su proyecto reducir el impacto ambiental y visual que acompaña a las grandes obras, al tiempo que realizan una apuesta innovadora en un sector en el que durante muchos años se ha trabajado de manera individualizada, tal y como explicó el director del IDEPA. «Fomentar la innovación desde la cooperación interempresarial aumenta la competitividad de las empresas», subrayó Marroquín.