Se agotan los epítetos para glosar las gestas de las chicas del Biesca, que suman ya tres campeonatos de Europa y han vuelto a escribir este fin de semana -y con letras del molde- el nombre de Gijón en la historia reciente del hockey sobre patines femenino. Responsabilidad es dar un paso al frente cuando las circunstancias exigen lo mejor de nosotros mismos. Y ellas lo hicieron, cada una desde su puesto. Se había instalado el pesimismo en el entorno del equipo al conocerse la marcha irreparable de su estandarte, Natasha Lee. Pesimista es aquel que no construye castillos en el aire por temor a que se le derrumben, pero ni pesimismo ni timidez son palabras con cabida en el diccionario de este equipo. Acerca de Fernando Sierra, líder espiritual de un grupo humano rocoso y compacto, sólo se me viene a la cabeza una ocurrencia: Fernando se cruza con los restantes entrenadores de hockey en el ascensor de cada hotel: ocurre que cuando los demás suben el ya está de vuelta.