R. GARCÍA

Los familiares de Rubén Sevillano Medina, el camarero de 41 años que apareció muerto en la madrugada del 3 de marzo a escasos metros de su casa en el barrio de Pumarín, respiran ya «más tranquilos». Los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía de Gijón han conseguido detener a los dos supuestos responsables del fallecimiento y los familiares de la víctima se muestran «convencidos» de que ahora va a actuar la Justicia. El hermano de la víctima, Daniel Sevillano, se mostró ayer «sorprendido» al conocer la entidad de los acusados: «No me acabo de explicar cómo estos detenidos, sin antecedentes penales ni historial delictivo, pudieron matar a una persona tan tranquilamente».

El tiempo ha pasado pero las heridas siguen abiertas. La pérdida de un familiar «tan querido» se nota aún tres meses después del ataque que le costó la vida. «Mis padres están algo mejor pero aún se nota la falta. Además tendremos que empezar estos días con el papeleo de los juicios y volverá todo a recordarse», mantiene el hermano de la víctima. En el restaurante «La Mar de Bien», en el que había trabajado durante los últimos meses de su vida el camarero de Pumarín, también notan la falta de un «trabajador incansable» que se portaba «de manera excelente con todos los compañeros».

Ahora, tras las detenciones, Daniel Sevillano se pregunta «qué pensarán las familias de los acusados, cómo podrán dormir sabiendo que le quitaron la vida a una persona sin comerlo ni beberlo». Los agresores intentaron robar a su víctima, según la Policía.

La primera detención tuvo lugar un mes después del suceso. En marzo, la Policía arrestó a S. G. G., un joven de 21 años sin antecedentes penales. El acusado dio ya en la cárcel una descripción física del segundo implicado, que ayudó a la Policía en sus investigaciones. El pasado martes los agentes encargados del caso lograron detener al segundo acusado, un vecino de la zona oeste de la ciudad de 37 años y padre de dos hijos de corta edad que responde a las iniciales A. M. G. M. Ambos negaron ser los responsables del golpe mortal que acabó con la vida del camarero.

Los detenidos se conocieron esa misma noche cuando ambos salieron de copas con varios amigos. Tras la fiesta se quedaron solos y se encontraron con Rubén Sevillano Medina por la calle. Fue entonces cuando decidieron robarle el dinero que llevara encima. El camarero de Pumarín fue golpeado en la cabeza y falleció a los pocos minutos como consecuencia de un paro cardíaco.