C. JIMÉNEZ

Para el profesor Javier Suárez Quirós el de ayer era uno de esos días marcados en rojo en calendario. La fecha en que «ese sueño largamente acariciado se hace realidad». Su sueño y el de un entusiasta grupo de docentes de la Universidad de Oviedo se llama Designas, el Centro para el Desarrollo del Diseño en Asturias, que convertirá al campus gijonés en referente en la investigación en este ámbito. Su primera actividad: una exposición en la que se constata la presencia del diseño en todos los rincones de la vida cotidiana así como su potencial para resolver problemas.

Frente a la concepción tradicional de esta disciplina como algo exclusivo, caro y vinculado al ámbito artístico, los promotores de esta iniciativa han querido dar una visión mucho más cercana del diseño, a través de su dimensión social. La exposición recupera los primeros bolígrafos Bic, el clásico juguete Lego, las primeras máquinas de escribir, ordenadores y teléfonos móviles. Pero también su evolución: el libro digital, un ordenador que convierte las tarjetas que se pasan por la pantalla en recreaciones tridimensionales o un triciclo pensado para necesidades especiales de los niños. Son los diseños del siglo XXI.

El nuevo centro de investigación que verá la luz en pocos meses en el campus quiere cubrir precisamente esta dimensión social de los ingenios. «Cualquier cosa que hagamos debe estas vinculada a la sociedad», sostiene el profesor Suárez Quirós. Hasta la pasta italiana o unas navajas incluyen diseño, recalca.

El vicerrector de Investigación, Santiago García Granda, se muestra entusiasmado con el proyecto porque «puede jugar un papel importante en el marco del Campus de Excelencia Internacional». La de ayer no será la última iniciativa de Designas. «Queremos ser el "think-thank" sobre el estado del diseño industrial en Asturias, un "design lab" que permita democratizar la innovación», sostiene Javier Suárez Quirós.

Lo más inmediato será desarrollar líneas de investigación científica en la Universidad con repercusión sobre el tejido empresarial, porque «la Universidad no innova sola», advierte Miriam Cueto, directora general de Universidades, en referencia al gran número de entidades que se han sumado a esta idea. Todo, dice el concejal gijonés de Promoción Económica e Innovación, para «generar más riqueza económica con el conocimiento que sale de las aulas».

El «campus de los talentos», como lo denomina el director del Parque Tecnológico, celebra un nuevo parto feliz.