Miriam SUÁREZ

El batacazo judicial que acaba de recibir el modelo urbanístico de Llanes no les genera preocupación. Aunque los vecinos de la zona rural insisten en comparar el caso del plan parcial de La Talá con el de otras parroquias gijonesas como Castiello de Bernueces, los promotores de dicha actuación aseguran estar «tranquilos». Entienden que la reciente anulación del proyecto llanisco «no nos afecta para nada».

En el plan de Castiello participan 18 empresas y una treintena de particulares, que siguen adelante con los trámites de la operación a pesar de las últimas sentencias anulatorias. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) tumbó el desarrollo residencial de La Talá por estar vinculado a un Plan General de Ordenación (PGO) que había sido invalidado anteriormente. Sobre el planeamiento urbanístico gijonés, que dio lugar a recalificaciones como la de Castiello de Bernueces, también pesan varias sentencias de nulidad.

Aun así, los promotores de este nuevo ámbito de actuación no sienten amenazados sus intereses en la parroquia. «El plan de Castiello obtuvo su aprobación definitiva y firme antes de la nulidad. En el caso de La Talá, se tramitó después», subrayan. Diferencia que, en su opinión, es fundamental a la hora de contrastar los problemas urbanísticos de Gijón y de Llanes: «La sentencia de anulación de La Talá no puede sentar jurisprudencia en el caso de Castiello, porque las circunstancias no son las mismas».

De todas las operaciones previstas en el PGO gijonés, la de Castiello de Bernueces es la que tiene su tramitación más avanzada. Los promotores están a la espera de que el Ayuntamiento apruebe su proyecto de urbanización y también les faltan por ultimar algunas gestiones relacionadas con la Junta de Compensación que desarrollará el plan parcial. Discrepancias con la propiedad de una parte del terreno -en concreto, 8.000 metros cuadrados- complicaron el procedimiento. Para desbloquear la situación, se está pensando en la expropiación.

«Nosotros seguimos adelante sin prisa, pero sin pausa», señalan portavoces de quienes promueven este proyecto de 4.000 viviendas y casi un millón de metros cuadrados. «Nuestra intención es empezar las obras el año que viene. Esperemos que se den las condiciones económicas propicias», apostillan. Por lo pronto, ya se han demolido las casas afectadas por la operación para evitar focos de insalubridad.

Al igual que los constructores, el Ayuntamiento se muestra convencido de que la seguridad jurídica del plan de Castiello es total. El equipo de gobierno se está defendiendo de las sentencias de anulación ante el Tribunal Supremo, que por ahora ha admitido a trámite todos sus recursos. Al mismo tiempo, ha decidido revisar el PGO, partiendo de un documento de prioridades en el que están recogidas tres alternativas de crecimiento urbanístico. Las tres incluyen el plan parcial de Castiello de Bernueces. Mientras, los vecinos de la zona rural advierten de posibles consecuencias legales.