A. RUBIERA

Los representantes de una empresa consignataria de buques de ámbito internacional buscaron en Gijón empleados con un perfil bilingüe. Lo ideal: que sean expertos en Comercio Internacional, con pleno dominio del idioma castellano e inglés. También valoraban que los aspirantes tuvieran un buen currículum vite que pudieran presentar como credencial y, superados esos pasos, que fueran capaces de salir airosos ante los contratadores de una «telephone interview» y, a continuación, de una «face-to-face interview», o lo que es lo mismo, de sendas entrevistas telefónicas y en persona.

A esos retos se tuvieron que enfrentar estos días doce alumnos del ciclo formativo de grado superior de Comercio Internacional que se imparte en el Centro Integrado de FP de la Laboral. Sus contratadores no eran reales y su oferta de trabajao sólo un simulacro, pero lo suficientemente exigente como para obligar a los estudiantes a pasar dos días «internos» en el camping de Deva, y a tomarse muy en serio el trabajo que les plantearon los responsbables del módulo de Formación y Orientación Laboral de su ciclo, uno de los pocos entre todos los que se imparten en Asturias que ha entrado en el programa bilingüe impulsado por la Consejería.

«Este es el primer año en el que el bilingüismo ha entrado en la Formación Profesional, en concreto en el ciclo de Comercio Internacional de la Laboral, y también en otro ciclo del Fernández Vallín y la Escuela de Hostelería. En nuestro caso la decisión que se tomó fue que la asignatura de FOL (Formación y Orientación Laboral) debía impartirse en inglés, de ahí que hayamos pensado en iniciativas como esta convivencia en Deva para reforzar ese proyecto», explicaba ayer Cristina Liñero, la responsable de la asignatura.

Liñero asegura que sus alumnos (todos entre los 20 y 26 años) han pasado por una especie de «week camp», con la singularidad de ser una versión propia para la FP. Así, los talleres sobre preparación de currículos, el envío de cartas con solicitudes de trabajo, la preparación de entrevistas laborales, o la explicación de técnicas para enfrentarse a los contratadores se fueron dando, sucesivamente, el relevo. «Incluso tuvieron que pasar por el trago de superar un tribunal de trabajo ante unas personas que ellos no conocían», expone Liñero. Esos profesionales son profesores de idiomas de la empesa SyGEducación, que dirige Robin Walker, y que a su vez corrió con la dirección del curso de inmersión lingüística en el camping de Deva.

El curso supone no sólo reforzar las técnicas de búsqueda de empleo en un idioma extranjero, sino trabajar constantemente el bilingüismo. «A los alumnos les exigimos que hablen inglés todo el rato: en el desayuno, en la comida, en los ratos de taller y en el momento de ocio. Supongo que sólo desconectaron cuando entraron al bungalow a dormir», asegura Cristina Liñero, que no duda de la efectividad de este tipo de convivencias con trabajo intensivo. «Después de lo que he visto puedo decir que esta experiencia ha cundido mucho. Si me apuran, diría que se aprende más en dos días de convivencia intensiva en Deva que en todo un fin de semana en Londres; y con menos peligro, además, de quedar tirados en los aeropuertos por la nube volcánica», aseguró la docente que se confesaba «agotada» del esfuerzo de tener que hablar todo el tiempo en inglés, dando ejemplo a sus alumnos. «Yo no soy bilingüe, por eso reconozco que estos proyectos que se están llevando a cabo en los centros son muy interesantes, pero a la vez muy exigentes, ya que te obligan a afrontar las clases de una manera a la que no estábamos acostumbrados. Para ser el primer año del proyecto bilingüe, lo cierto es que estoy muy contenta», afirmó.

Esa satisfacción tendrá, además, continuidad ya que en la Laboral están decididos a seguir promocionando el inglés entre sus alumnos y así el curso próximo los estudiantes del ciclo de Informática también tendrán programa bilingüe en la asignatura de FOL. Y es posible que también tengan su acampada en Londres-Deva.