Un hombre de 45 años fue detenido por agentes de la Policía Nacional y se le imputa un delito de desobediencia grave a la autoridad, como consecuencia de la bronca que armó en un local hostelero de la calle Magnus Blikstad y su posterior enfrentamiento con los agentes que le fueron a calmar. El hombre, que estaba ebrio, reaccionó violentamente cuando los responsables del local hostelero le pidieron, sobre las 22 horas, que se marchara del establecimiento ya que estaba molestando a la clientela. El ahora detenido se negó a salir porque, según decía, no quería despertar a su acompañante, que se había quedado dormida con la cabeza apoyada en la mesa. Ante la insistencia de los dueños comenzaron los insultos y amenazas por parte del individuo, que llegó a coger un taburete e hizo ademán de lanzarlo contra la gente. La llegada de la policía le soliviantó aún y finalmente tuvo que ser detenido. Su acompañante, en cambio, accedió a marcharse tranquilamente.