R. VALLE

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero autorizó en la reunión del Consejo de Ministros de ayer la celebración del contrato de elaboración del proyecto y ejecución de las obras de construcción de la estación depuradora de aguas residuales de la zona este de Gijón. La actuación tiene un coste económico de 52.206.346 euros, que es asumido ahora desde el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, que lidera la socialista Elena Espinosa. Esta largamente esperada luz verde a uno de los grandes proyectos de futuro que tiene pendientes la ciudad llega más de dos años después de que la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte (ahora del Cantábrico), Jorge Marquínez, presentaran en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Gijón los planos de esta instalación -con equipamiento central en El Pisón-, que completa la red de saneamiento local diseñada en 1991.

A partir de la presentación formal de febrero de 2008, se fueron sumando retrasos, polémicas políticas, críticas sobre faltas de fondos, denuncias vecinales sobre la elección del territorio y cambios administrativos. De hecho, el Consejo de Ministros aprobaba ayer la autorización del contrato al mismo tiempo que modificaba el convenio de colaboración existente entre el Ministerio de Medio Ambiente, la antigua Confederación Hidrográfica del Norte y el Gobierno autonómico para el Plan Nacional de Calidad de las Aguas (2007-2015) en el Principado de Asturias. En este contexto, la depuradora de la zona este, que iba a ser asumida por la Confederación Hidrográfica del Norte (ahora del Cantábrico) con apoyo de los Fondos de Cohesión, será realizada ahora por la Dirección General del Agua del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

La línea de agua de la estación depuradora del Este se ubicará en una parcela municipal de 30.000 metros cuadrados en El Pisón a través de una construcción soterrada que integra la actual planta de pretratamiento de La Plantona. A partir de esta instalación, y a través de una doble tubería de 9,2 kilómetros que recorre toda la ciudad, se bombearán los fangos hacia la denominada línea de fangos que estará situada junto a las instalaciones de la ya existente depuradora de La Reguerona, en la zona oeste de la ciudad. Una tercera actuación es la urbanización y tratamiento en superficie de El Pisón como espacio verde con un nuevo acceso desde la zona este como continuación del acceso existente al Museo del Pueblo de Asturias.

La cuenta atrás para la depuradora comienza ahora, pero el grueso de las obras y, sobre todo, de los pagos no llegarán hasta 2011. No esperará tanto el contencioso judicial ya que los vecinos de El Pisón, los mismos que se oponen a La Plantona, han anunciado a través de su abogado Marcelino Abraira que pedirán como medida cautelar ante el Tribunal Supremo la suspensión de esta autorización en cuanto sea publicada en el «Boletín Oficial del Estado». Los vecinos ya tienen contenciosos abiertos en Oviedo y Madrid por esta instalación al considerar que El Pisón no es el lugar idóneo. «Iremos hasta el final», dice Abraira.

El Gobierno de España considera que esta instalación resolverá la depuración de los vertidos de unos 150.000 vecinos. No hay que olvidar que, sólo hace unos días, se hacía pública la decisión de la Comisión Europea de llevar a los tribunales a España por incumplir la normativa sobre aguas residuales en 31 ciudades, una de ellas Gijón. La solución a este problema, que fue motivo de debate ayer en el Pleno horas antes de saberse la decisión del Consejo de Ministros, es la depuradora.