Asegura la consejera delegada de la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Diseño, Elisa Sainz Ruiz, que Gijón es una «gran candidata» para convertirse en «ciudad de la ciencia y de la innovación». No se referirá a la actividad política local, donde toda ciencia es oculta y domina el arte de birlibirloque: nada por aquí, nada por allá. Y no hablemos de la capacidad de innovar, si convenimos en que esta plaza está en manos perennes de la gerontocracia en numerosos ámbitos. ¿Por qué cuesta tanto trabajo asumir la edad de jubilación; por carné o por años de permanencia? ¿Por qué no beben del pozo y dejan su puesto a otro, en lugar de amarrarse a la garrucha? Parece que en los próximos comicios autonómicos presenciaremos desde la barrera el derroche juvenil de dos contendientes prometedores, con amplio futuro por delante y en edad de merecer: Javier Fernández y, a lo que parece, Francisco Álvarez-Cascos. Albricias, la juventud al poder. ¡Vivan «Los Mustang»!