Director del Colegio Público Río Piles

R. G.

A Pedro San Francisco de Anta le quedan tan solo unos días para jubilarse. El que hasta el próximo mes será el director del Colegio Público Río Piles abandonará el centro después de 27 años de duro trabajo. En la mañana de ayer, aprovechando la visita de la Alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso; San Francisco hizo memoria de más de un cuarto de siglo en la enseñanza.

-¿Cuáles fueron sus primeros pasos en la educación?

-Cursé mis estudios en la Escuela Universitaria de Profesorado de Oviedo. Mi primer destino fue el Colegio Rey Pelayo. Después de hacer la mili trabajé en Corigos y en Las Palmeras. En el año 1983 me incorporé ya como director al Colegio Río Piles, que se acababa de fundar.

- Llega la hora de jubilarse...

-Los sentimientos cambian según el día. Sé que ha llegado el momento de parar y de ceder el testigo a los profesionales que vienen detrás pero no puedo evitar los momentos de nostalgia. Cuando me jubile dejaré un colegio que considero mi segunda casa desde que se inauguró. El centro es como mi hijo.

-¿Qué recuerdos se lleva?

-Los recuerdos son todos muy positivos. Cuando empezamos la andadura, en el año 83, la relación con los padres estaba muy politizada. Había muchas normas. En el colegio llegamos incluso a tener dos asociaciones con ideologías contrarias. Me llevo buenos recuerdos de los que trabajaron y estudiaron aquí. Siempre hemos tenido equipos de profesores muy buenos que han intentado que el colegio esté en todo momento a la vanguardia de las innovaciones. Las relaciones con las familias siempre han sido buenas.

-¿Cómo ha cambiado la relación entre padres y profesores?

-La relación que tenemos en los últimos años es excelente porque ha mejorado mucho con el tiempo. Al principio se notaba mucho en el centro la vida inquieta que había en una sociedad que acababa de salir de una dictadura. A medida que se fue avanzando los padres permitieron ya que cada uno hiciera su trabajo. La relación con los padres es fundamental para un centro como el nuestro.

-¿Cuál ha sido la evolución de la educación en estos años?

-Es una pena que la educación cambie tanto. En este sector tiene que haber un gran pacto político, no se pueden hacer cambios cada poco. Desde el año que empecé a ejercer hasta hoy todo ha cambiado mucho. Algunos de estos cambios han sido positivos como la reducción del número de alumnos por clase. Pero al fin y al cabo lo importante son los alumnos. En estos años hemos logrado crear personas y eso te da ánimos para seguir trabajando en esto.

-¿Se ha perdido el respeto por los profesores?

-Yo creo que no. Hay que trabajar mucho con los alumnos de 12 años. Ahora ya no se ve al profesor como alguien que está por encima pero las faltas de respeto son reducidas

-¿Qué balance hace del primer año de educación infantil?

-Ha sido una experiencia muy buena. Ahora podemos tener cantera. Nuestros alumnos pueden ya crecer aquí.