J. L. A.

El consejo de administración de El Musel, que preside Fernando Menéndez Rexach, aprobó ayer la solicitud de casi 15 millones de ayudas europeas con cargo al programa comunitario «Marco Polo», de los que 7,7 millones se dedicarán a concretar la puesta en servicio de la autopista del mar entre Gijón y el puerto irlandés de Cork.

Tal y como publicó este periódico el pasado 21 de abril, el puerto de Cork tiene entre sus planes el desarrollo de una conexión marítima con Gijón para el transporte de pasajeros y mercancías. El director comercial de la dársena, Michael MacCarthy, ha subrayado que las conversaciones con inversiones y un operador están avanzadas. Cork y El Musel participan junto con los puertos de Aveiro (Portugal), Le Havre (Francia) y Poole (Inglaterra) en el programa comunitario «Proposse», para desarrollar autopistas del mar atlánticas.

La Autoridad Portuaria también ha pedido fondos (4,2 millones) para un programa intermodal (ferrocarril y barco) con Ence y Feve; para otro con los puertos de Rotterdam y Gdansk (2,5 millones), así como para un plan de desarrollo intermodal (347.313 euros) que tendría aplicaciones directas en la autopista del mar que unirá, a partir de septiembre, Gijón con Nantes.

Por otro lado, el Puerto, que renovó el mandato de Luis Arias de Velasco como vicepresidente tras su reelección al frente de la Cámara de Comercio, inició la «declaración de innecesariedad» para los 38.000 metros cuadrados de terreno de dominio portuario que ocupó la extinguida Naval Gijón, en El Natahoyo, desafectados tras el cierre del astillero. Un procedimiento que se repite con otros 2.000 metros cuadrados en Aboño, próximos a la instalación de Tudela Veguín.