R. G.

La crisis económica, que ha supuesto un retraimiento en la compra de vehículos, estimula el ingenio de los delincuentes para perpetrar sus fechorías, aprovechando la necesidad de vender que los concesionarios tienen. Con la última operación policial contra la estafa a concesionarios de coches ya son cinco los detenidos en lo que va de año acusados de comprar vehículos por medio de nóminas falsas. La primera operación policial contra este tipo de estafas tuvo lugar a finales de enero. Por aquel entonces el grupo de delincuencia económica de la Comisaría arrestó a dos vecinos de Gijón a los que se acusaba de comprar coches, televisores, ordenadores y cámaras fotográficas utilizando nóminas falsas de personas que no tenían solvencia económica. En este caso, como en el último destapado por la Policía, los «colaboradores» no hacían frente a los pagos. Los agentes destacan las dificultades con las que se encuentran a la hora de esclarecer este tipo de casos, ya que los cabecillas «no suelen dejar huellas». Su participación no queda reflejada en ningún documento pues el contrato que suscriben con el «colaborador» es meramente verbal.