J. L. A.

Socialistas y populares han unido sus votos en la Casa de Juntas de Vizcaya, a los que se han sumado los del resto de los grupos que componen el arco parlamentario (PNV, Aralar, Ezker Batua, Alternativa, EA y Ezker Abertzalea), para pedir a la Autoridad Portuaria de Bilbao que paralice «de forma inmediata» las extracciones de 10 millones de metros cúbicos de la playa de La Arena, áridos que se destinan a obras de relleno en el puerto de Bilbao.

Esas extracciones, que han movilizado a todas las formaciones políticas vizcaínas ante el temor de ver convertida la citada playa de Abanto en un pedregal, son mucho menos cuantiosas que las planteadas en la bahía de Gijón, donde está previsto dragar hasta 24 millones de metros cúbicos, más de 13 de esos millones frente a la playa de San Lorenzo.

En Gijón, al igual que en Vizcaya, la Secretaría General para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático formuló declaración positiva de impacto ambiental, aunque en el caso vasco varios organismos del Gobierno autónomo mostraron abiertas discrepancias con unas extracciones que son cuestionadas desde las autoridades europeas. El Gobierno español ha sido apercibido en varias ocasiones por dragar arenales litorales. Tal y como publicó este diario el pasado 6 de abril, la Dirección General de Costas emitió el 11 de agosto de 2005 un informe en el que advierte de la ilegalidad de extraer arena para obras de construcción. El artículo 63 de la ley de Costas subraya que el dragado de arena sólo está permitido para «creación y regeneración de playas», una formulación que se repite en el artículo 124 del reglamento de Costas.

Las extracciones en la bahía gijonesa han sido denunciadas por el gijonés Marcelino Laruelo Roa ante la fiscalía de medio ambiente y urbanismo. Los grupos políticos asturianos, a diferencia de lo que ha ocurrido con los partidos representados en las juntas de Vizcaya, no han pedido la paralización de las extracciones o su suspensión cautelar. El total de la superficie que se dragará en Gijón es de unas 600 hectáreas y está prevista, asimismo, la extracción de 200.000 metros cúbicos de arena para una regeneración de la principal playa gijonesa. Cuando algún tramo de San Lorenzo apareció sin arena hace meses se extendió la preocupación entre los numerosos defensores de la playa. Entonces no se vio relación entre ese hecho y los dragados.