Eloy MÉNDEZ

La asesora del gabinete de la Vicepresidencia Primera del Gobierno Alicia Miyares participó ayer en la jornada inaugural de la VII Escuela Feminista «Rosario de Acuña», que este año trata sobre la situación de la mujer en el continente africano. Doctora en Filosofía, Miyares rehusó durante esta entrevista pronunciarse sobre el alto índice de asesinatos machistas en 2010 o sobre la polémica surgida por la prohibición de usar burka en lugares públicos, impulsada por varios ayuntamientos españoles. «Prefiero hablar sólo de África», dijo.

-¿África es el paradigma de la discriminación de la mujer?

-África es un continente de millones de personas, muy diverso y heterogéneo. Por ejemplo, Nigeria tiene 154 millones de habitantes, más que Rusia. Por contra, la República Centroafricana, que territorialmente es más grande que España, tiene apenas cuatro millones. Desde su diversidad, África nos resulta un continente completamente inabarcable. Por eso, la ayuda a la mujer debe orientarse de acuerdo a la agenda básica de la igualdad. Esto significa que es necesario potenciar el liderazgo social y político de las mujeres y mejorar la situación educativa.

-¿Es cierto que la desigualdad es mayor en los países islámicos?

-El norte de África es una zona de religión musulmana, mientras que el África austral es eminentemente cristiana. Pero también hay que tener en cuenta a las religiones tradicionales. Estamos hablando, por lo tanto, de tres grandes cuerpos religiosos: el islamismo, el cristianismo y las religiones tradicionales. Además, en muchos países confluyen las tres religiones. Por eso, es muy difícil conseguir una armonización entre la población que profesa una u otra religión. Algo que se complica más si se intenta una segunda armonización entre creencias y el corpus legal de cada país.

-¿Existe una relación directa entre prácticas discriminatorias y creencias?

-Se da un mayor número de prácticas nefastas donde existe cierta pervivencia de las religiones tradicionales y musulmana. Se consienten prácticas nefastas que son inconcebibles en los países de tradición cristiana. Por prácticas nefastas entendemos, por ejemplo, la mutilación genital. Podemos decir que existen religiones más «consentidoras» con este tipo de actos.

-¿Qué peso tienen las políticas de igualdad en la Agenda Española de Cooperación para África?

-Fundamental. Uno de los ejes principales de la cooperación española es la estrategia de género. Esta estrategia se orienta en función de una agenda de mínimos bien definida por el Gobierno español, que componen básicamente tres elementos: educación, sanidad y un mayor poder económico y político de las mujeres. Al analizar la situación de la mujer en África nos damos cuenta de que en los lugares donde existe un mayor grado de analfabetismo se dan tasas de natalidad más elevadas. Si se trabaja en una agenda educativa seria, las posibilidades de atenuar los altos índices de fertilidad y, por tanto, de mortalidad, aumentan.

-En España, las africanas sufren una doble discriminación: por mujeres y por inmigrantes. ¿Cómo se combate esta situación?

-La emigración africana de mujeres está, en su mayor parte, afectada por el tráfico de seres humanos. Una gran parte de las inmigrantes africanas en España han sido traídas a nuestro país con fines de explotación sexual. Hace dos años aprobamos un plan contra la trata y la explotación sexual. Ése es el camino.

-¿La propuesta de la ministra de Igualdad para eliminar los anuncios de prostitución en los medios tendrá soporte legal?

-Estamos dando los pasos para que los medios tomen conciencia de que tienen una responsabilidad en trasladar valores de igualdad. Nada va a ser de una manera impositiva. Los medios, poco a poco, van tomando conciencia con el tema. Igual que en su día tomaron conciencia con el tema de la violencia de género. Los avances que se han dado en este país en este asunto son en buena medida gracias a los medios de comunicación. Por esto, estoy convencida de que los medios tomarán conciencia también de que tienen que asumir la responsabilidad social que conlleva legitimar ese tipo de conductas.

«Una gran parte de las inmigrantes africanas han sido traídas para la explotación sexual»

«La igualdad de género en África es una línea fundamental para la Agenda de Cooperación española»