Comienza agosto, el mes que ve cumplir prácticamente el ecuador de la temporada taurina. Atrás quedan importantes ferias en plazas de primera categoría y seriales relevantes para el toreo. Son muchos los triunfos que se han ido sucediendo en plazas de categoría similar a la de Gijón. Si nos centramos en las plazas más grandes: Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona... la temporada tiene dos nombres propios, dos toreros que han convencido en muchas ferias y han puesto de acuerdo a los aficionados taurinos: Julián López y Morante de la Puebla, que han dejado su firma en los principales cosos españoles y fronterizos y que torearán en Gijón.
«El Juli» abrió la Puerta del Príncipe de Sevilla con una faena de historia, para el recuerdo de todos los aficionados demostrando que es una figura del toreo y que actualmente manda en este mercado. Julián tiene la capacidad de radiografiar a los toros según salen por toriles. Desde el primer momento sabe discernir cómo son por dentro y qué tiene que hacer para exprimir a cada oponente. Prueba de ello fue Madrid, aunque no cortó orejas, unas veces por la espada y otras por la presidencia vigilada siempre por siete amigos antijulistas que envenenan a los que de verdad quieren disfrutar con «El Juli».
Otro de los incontestables que pisarán el ruedo gijonés es el sevillano Morante de la Puebla. Ha ratificado su corte artista y puro y es de los pocos toreros, por no decir el único, al que se le ha visto parar con el capote a los toros, ralentizar de tal forma su embestida que parece detener el lance creando una instantánea eterna e histórica. También hay que agradecerle que rescate del pasado lances de toreros antiguos o incluso suertes casi desaparecidas; como la faena en Nimes, donde toreó de muleta al toro sentado en una silla.
Otro momento clave de Morante tuvo lugar con otro de los toreros que hará el paseíllo en la feria de Begoña. Junto a Daniel Luque, en Las Ventas, protagonizó un tercio de quites lleno de torería y emoción que hizo olvidar a los aficionados el soporífero mes de toros que precedía al momento de más belleza de la feria.
En la recientemente terminada feria de Pamplona no sólo ha triunfado «El Juli». Otros nombres han resaltado, como Antonio Ferrera y «El Fandi», ambos toreros banderilleros que amenizarán el serial gijonés.
Tanto Juan Bautista como Curro Díaz saben lo que es cortar oreja en Madrid. Bautista incluso fue el único torero de a pie que consiguió abrir la Puerta Grande en lo que va de temporada capitalina. Incluso Manuel Jesús «El Cid», que abrió la puerta grande de la plaza de toros de Barcelona, y Miguel Ángel Perera han cortado otro apéndice en Las Ventas.
El novillero Juan del Álamo, conocido por los aficionados asturianos -abrió el año pasado la Puerta Grande- cuenta por triunfos sus actuaciones hasta el momento. Al igual que el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, habitual de la corrida mixta en Gijón.
También las plazas españolas han visto la elegancia de Uceda Leal y de José Mari Manzanares, que tuvo actuaciones sensacionales en plazas tan importantes como Sevilla. Recuperado de su operación de espalda ha recargado pilas para convencer en lo que resta de temporada taurina.
A punto de abrir sus puertas esta feria de 2010 en Gijón, presumiblemente la lista de triunfos de estos destacados espadas se incrementará a buen seguro con alguna tarde de gloria en nuestra Feria de Begoña.