R. VALLE

Discreto. Ese es el adjetivo que se utiliza en el material promocional de la futura estación depuradora de El Pisón para calificar su funcionamiento y ese es uno de los valores de ese equipamiento que ayer más se resaltaron en la presentación oficial de esta última pieza del saneamiento integral de Gijón, que arrancó ya en 1991 y se completará, si todo va bien, en el año 2013. Un acto de presentación que tuvo lugar en las dependencias del gobierno de Asturias en el complejo de la Ciudad de la Cultura, en la Laboral, con la asistencia, entre otros muchos, del presidente del gobierno regional, Vicente Álvarez Areces, la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, Jorge Marquínez.

«Esta depuradora no va a generar ningún problema pese a estar en un espacio muy singular ya que es una instalación de última generación», indicó la regidora gijonesa tras empezar su intervención pública con una contundente afirmación: «La depuradora del este ya está aquí». Unos minutos antes Marquínez había resaltado que la depuradora era «un proyecto de lujo» al aplicar unas tecnologías de última generación que le reportaba una calidad técnica indiscutible, ser completamente soterrada y haber conseguido una inmejorable integración en el entorno. El director técnico de la Confederación, Humberto Viña, ejemplificó esa discreción de la depuradora con un «no generará mayores molestias que un coche pasando por la calle. Todos ellos parecían tener en mente la oposición de los vecinos del entorno, que ya han luchado en los juzgados desde hace tiempo contra la planta de pretratamiento de El Pisón, a esta nueva instalación.

Pero aunque las autoridades presentes en la Laboral coincidieron en calificar de «histórico» el día de ayer lo cierto es que aún falta mucho para que las piezas de la estación depuradora de la Zona Este empiecen a filtrar agua. Y es que la adjudicación de la obra no tendrá lugar hasta finales de este año y luego quedan aún treinta largos meses de obras. La inversión del proyecto sacado a licitación es de 52,2 millones de euros pero Jorge Marquínez calculaba que la inversión total de la operación alcanzará los 55 millones al sumar los costes de alguna expropiación y de las asistencias técnicas e informes previos. Un dinero que pagará el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

El desarrollo de esta nueva instalación supone también una mejora sustancial en la depuradora de la Zona Oeste ya que hasta las cercanías de la instalación de La Reguerona se desviarán todos los lodos para su tratamiento conjunto. A ellos se sumarán los fangos de la térmica de Aboño.

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