La prolongación del túnel del metrotrén no aparece, en principio, entre los reajustes del ministro José Blanco, pero eso no significa que se haya salvado de la quema presupuestaria. Fomento, de hecho, necesita buscar nuevas vías de financiación para no tener que paralizar «sine díe» un proyecto comprometido hace ya cinco años. Según fuentes ministeriales, la opción que se está barajando ahora «es la fórmula mixta» de colaboración público-privada.

Se da, así, otra vuelta de tuerca a una actuación urbana que el Ayuntamiento considera «la más importante de las últimas décadas», tal como se recoge en el documento de prioridades del nuevo Plan General de Ordenación (PGO). La anterior ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, la presentaba en junio de 2005 como la guinda que mejoraría el proyecto de penetración del ferrocarril en la ciudad. Pero hoy por hoy, y a pesar del empeño personal que la Alcaldesa ha puesto en este asunto, la obra del metrotrén se encuentra en punto muerto y pendiente de financiación.

El secretario de Estado de Planificación, Víctor Morlán, decía a principios de 2009 que el proyecto constructivo para prolongar el túnel de cercanías hasta Cabueñes estaría listo ese mismo año. Técnicos del Ministerio de Fomento reconocen que «el problema, ahora, ya no es de tramitación», sino de recursos económicos. Crear un tramo adicional de 2,6 kilómetros de galería ferroviaria ronda los 150 millones de presupuesto.

Este nuevo trazado subterráneo partiría del entorno del campus universitario para desembocar junto al tanatorio, dando servicio a una de las zonas del municipio -Universidad Laboral, Hospital de Cabueñes y Parque Científico Tecnológico- con mayor concentración de equipamientos públicos. La primera fase del túnel, de 3,5 kilómetros, comunica Viesques con El Humedal. Su proceso constructivo se dio por finalizado en 2007 y, desde entonces, se desarrollan labores de mantenimiento para que el tramo ya perforado no se deteriore.

El proyecto del metrotrén está directamente vinculado con el plan especial de las vías, que permitirá soterrar la barrera ferroviaria en el centro de la ciudad y transformar urbanísticamente los terrenos resultantes. De gestionar esta operación se encarga la sociedad Gijón al Norte, en la que están representados el Ministerio, el Principado y el Ayuntamiento. Su ejecución no depende de los fondos de Fomento, sino de la venta del suelo edificable que se libere con la eliminación de las vías.

Dentro de este desarrollo urbanístico se incluye una estación intermodal que agrupará trenes y autobuses. Su diseño semisoterrado, a cargo del arquitecto madrileño Jerónimo Junquera, se dará a conocer públicamente el próximo otoño, si Fomento no dilata los tiempos de tramitación. Mientras, en Sanz Crespo continúan las obras de la estación provisional que garantizará los servicios ferroviarios durante el soterramiento.

Fuentes próximas a Paz Fernández Felgueroso aseguran que, antes de irse de la Alcaldía, quiere dejar bien encauzado «todo el tema ferroviario; darle un poco más de agilidad». Es una espina que tiene clavada. La Alcaldesa empezó a negociar la operación hace más de diez años, cuando era ministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos.