Miriam SUÁREZ

La obra de la avenida de Castilla acumula quejas. Así que el concejal de Urbanismo optó ayer por desplazarse a la zona para explicar «in situ» los detalles de la actuación y sofocar personalmente las críticas de los vecinos y comerciantes. Pedro Sanjurjo trató de hacerles entender la complejidad de una remodelación que afecta a «muchas instalaciones enterradas, que no se ven».

Toda esa obra enterrada permitirá, por ejemplo, doblar la red de agua que abastece a la parroquia de Somió o «dejar metido el conducto por el que la futura depuradora del Este bombeará sus lodos» a la planta ya existente en la zona Oeste. «Estamos hablando de obras muy valiosas, para 20 o 30 años», incidió el edil socialista, que sitúa el final de la remodelación de la avenida de Castilla en enero de 2011. Aunque este eje urbano no será totalmente transitable hasta que se finiquite el parking subterráneo incluido en el proyecto. O sea, hasta el próximo verano.

Este aparcamiento no sólo se destinará a residentes, en contra de lo previsto inicialmente, porque la demanda en la zona está siendo «muy escasa». A la pregunta de si se están cumpliendo los plazos, Sanjurjo contestó: «más o menos». Todo depende, precisó, «del suministro de los servicios». Y, para concretar, le puso nombre al problema: «Si se retrasa la obra, será por Telefónica. Lo de esta compañía es un suplicio».

Urbanismo, atendiendo varias peticiones ciudadanas, ha decidido interrumpir los trabajos en la acera más comercial de la avenida durante todo el mes de agosto y, hasta el 6 de septiembre, no se cortará el tráfico entre la calle de Torcuato Fernández Miranda ni el paseo marítimo. Sanjurjo quiso ayer trasladar a los vecinos otra alegría: «Se aprovechará para ensanchar una acera del puente del Piles (la más próxima la Feria) y crear una rampa para conectarlo con el paseo fluvial». Esta actuación complementaria costará 500.000 euros. El conjunto de la reforma asciende a 5 millones.