E. M. / E. G.

Los vecinos de Somió llevan años de lucha contra el desarrollo urbanístico proyectado por el Ayuntamiento. Por eso, la idea de construir un apartotel de cuarenta metros dentro del plan para renovar la Ería del Piles no les «coge por sorpresa». Aún así, estudiarán iniciar alegaciones para frenar lo que consideran «el último intento de dañar nuestra parroquia». «La intención de levantar un bloque en altura en esa zona no es nueva, sabíamos que algo así podía pasar y, una vez más, podemos decir que no se nos ha consultado», explicó ayer la presidenta de la Asociación «San Julián», Soledad Lafuente. Las dimensiones del «gigante» que acogerá medio centenar de apartamentos suponen para la líder vecinal «un ataque» al entorno de la ribera del río. «Es un paso más en la política urbanística municipal, que no cuida las áreas de viviendas unifamiliares», señala.

Lafuente cree que el apartotel se encuadra «dentro de la serie de proyectos con los que se pretende cercar Somió». En este sentido, señala que «durante los últimos años hemos tenido que luchar sin mucho éxito contra la construcción de supermercados en diferentes puntos de la parroquia, como La Guía o la Carbayera». Sin embargo, ahora su «enemigo» será mucho más grande, ya que el futuro establecimiento de alojamientos tendrá una altura de cuarenta metros. «Será la mayor torre de Somió y cambiará para siempre el paisaje al que estábamos acostumbrados».

La Asociación de Vecinos «San Julián» emitió hace varios años un primer comunicado en el que se oponía a la urbanización de la Ería del Piles en los términos propuestos por los responsables de la concejalía de Urbanismo. «Es un lucha larga, pero tenemos pensado seguir en ella», señala Lafuente, que llevará el asunto a próximas reuniones de la directiva del colectivo que dirige.

También lo hará la presidenta de La Arena, Julia Rodríguez. «Analizaremos el tema en cuanto retomemos la actividad en septiembre», anunció ayer. No en vano, la gran torre tendrá un gran impacto sobre el vecindario situado en primera línea de playa, ya que estará situada justo en frente de los bloques del paseo del Muro de San Lorenzo. «No es0 comprensible que hace unos años se hablase de reducir la altura de algunos edificios porque daban sombra y, ahora, se esté planteando construir uno igual en una zona donde sólo hay casas», asegura. Aunque por el momento no baraja la posibilidad de redactar alegaciones, sí expresa su rechazo al plan que anunció ayer en este periódico. «Es mi opinión, no sé si estaré equivocada, pero lo que puedo decir es que intuyo que muchos vecinos verán mal que se construya esta especie de monolito en frente de sus casas y en un lugar donde no hay nada que se le parezca en tamaño», concluyó.