M. S.

El Ayuntamiento insiste en que el parque y las dotaciones públicas previstas en primera línea de playa no interferirán en las vistas de los nuevos edificios previstos -de tres plantas, tipo barco- dentro del PERI de El Rinconín. Es más, «los usos terciarios no tienen por qué situarse únicamente en los bajos; podrá haber edificios íntegramente destinados a hotel o a restaurantes. Y en el parque, podríamos estudiar la concesión de terrazas», precisó el concejal de Urbanismo.

Los hosteleros actualmente establecidos en la zona consideran que «no es lo mismo tener tu negocio a 10 metros de la playa que a 80», se hizo eco Fernando Castaño, portavoz de los cinco empresarios de El Rinconín afectados por el PERI 11. «El retranqueo supone un riesgo para nuestra actividad, porque quién sabe si vamos a vender en una nueva ubicación y con un local diferente», advierte.

El colectivo empresarial, arropado ayer por la Asociación de Hostelería de Gijón, ya prepara alegaciones contra el Plan General de Ordenación, que incorpora la reforma de El Rinconín como una de sus grandes novedades. Los hosteleros han contratado a técnicos especializados para que los asesoren en la redacción de sus recursos, en los que se propondrá como alternativa «mantener los negocios donde están».

Según Fernando Castaño, «entendemos que haya que reformar esta zona», y los hosteleros de El Rinconín «estaríamos dispuestos a asumir las mejoras estéticas necesarias» para que los negocios existentes en el ámbito del PERI 11 armonicen con la remodelación que plantea el Ayuntamiento, pero si el equipo de gobierno mantiene sus planes urbanísticos para esta zona de la bahía gijonesa, «nos iremos de El Rinconín a medida que vayamos agotando los contratos de alquiler, con todo lo que eso supone; no hay que olvidar que con nuestra actividad generamos 140 puestos de trabajo directos entre los cinco negocios».