A. RUBIERA

El PP sigue recabando datos y componiendo las piezas del puzle en el que se ha convertido el yacimiento arqueológico de la Campa Torres. La última pieza, por el momento, de lo que los populares tildan como «el gran desastre de la gestión de un importante patrimonio cultural asturiano» -manifestada en sus peores términos cuando en marzo de 2009 aparecieron ocultas en un zulo 32 cajas de material de las excavaciones gijonesas, con documentos y depósitos en un lamentable estado- la acaba de añadir el Congreso de los Diputados.

Fue ante el Congreso ante el que la diputada Pilar Fernández Pardo tramitó la petición de «toda la información relativa al convenio suscrito entre el Ministerio de Cultura y la Universidad de Barcelona para el estudio de los materiales obtenidos en el yacimiento de la Campa de Torres de Gijón». Ese convenio de cooperación, que data de julio de 1991, certifica que el director general de Bellas Artes y Archivos del Ministerio de Cultura y el vicerrector de Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona firmaron el desarrollo de una investigación asociada al yacimiento de Campa Torres (Gijón). El objeto era «el estudio de los materiales y estructuras provenientes del yacimiento arqueológico gijonés». Y el equipo investigador estaría compuesto por el profesor José Luis Maya (director del yacimiento), Francisco Cuesta Tolivio (codirector) y las licenciadas Mercedes García Martínez y Silvia Albizuri Canadell (ambas en calidad de colaboradoras). Para la ejecución de las investigaciones se asignaron 1,5 millones de pesetas con cargo a los presupuestos del Ministerio de Cultura. Mientras que los términos del convenio están muy claros y bien firmados, el PP denuncia ahora que nada se sabe «de la memoria científica que resultó de dicho convenio, ni se conoce el inventario de piezas que salieron de Asturias, o si volvieron, ni si algunas de ellas fueron las que aparecieron en el zulo», explicó ayer el concejal gijonés Manuel Pecharromán, volviendo a dar actualidad a algunas sospechas de que material del yacimiento asturiano podría estar en manos privadas por un descontrol en el seguimiento de los trabajos. Para el edil, lo único que se aprecia con claridad es que «la gestión de la Consejería de Cultura ha sido un desastre. Vale que la investigación se la dieran a la Universidad de Barcelona, pero ¿dónde están las actas de solicitud de piezas, las actas de depósito o las de devolución? No hay nada de eso».

El PP ha exigido responsabilidades políticas y que se abra una comisión de investigación en la Junta.