C. JIMÉNEZ

Los enfermos crónicos representan ya el 77 por ciento del gasto sanitario y los profesionales del ámbito de la enfermería del Principado sostienen que es necesario establecer una estrategia de atención global para resolver una problemática que va camino de convertirse en el principal quebradero de cabeza del sistema sanitario. Un problema que se agrava con el incremento de la esperanza de vida. En el año 2050 el número de personas mayores de 80 años en España pasará del 1% actual al 11%, afirma Carlos Contel, coordinador de Atención Primaria y Especializada en Cataluña. Por este motivo, advierte el experto, es necesario un modelo de atención no tan reactivo y más preventivo porque los enfermos crónicos «consumen gran parte de los recursos sanitarios».

La Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias, que ayer celebraba en Gijón sus quintas jornadas anuales, eligió como punto de arranque de la reunión la atención a pacientes con patologías crónicas. Gestores y profesionales sanitarios de Cataluña, Madrid y País Vasco ofrecieron su visión de este asunto y las medidas adoptadas, en cada caso, para atajar un problema que consideran «de gran magnitud».

«El objetivo es mejorar la capacitación del paciente para que el sistema mejore», argumenta Ángel Lizcano, representante de la Federación de Asociaciones de Enfermería en la red de enfermería en cuidados cardiovasculares en atención primaria. Para ello, los profesionales del Principado exigen un mayor reconocimiento a su trabajo, «que no siempre es conocido ni reconocido», sostiene la representante del Colegio de Enfermería Yolanda Junquera. La presidenta de la sociedad asturiana del ramo, Fernanda del Castillo, juzga necesario reforzar el ámbito de la educación para no defraudar a la sociedad ni a la administración sanitaria.

Pero, ¿cómo atajar la sangría en el gasto que acompaña al paciente crónico? Para prevenir episodios agudos y contactos innecesarios del paciente con el sistema de salud, los profesionales plantean ir hacia «abordajes globales» de cada caso. «Nuestro rol es el de facilitadores y estimuladores, independizando al paciente del sistema y capacitándole para que él mismo se cuide», sostiene Ángel Lizcano.

Hay quien pone cifras a la cuestión. «En el año 2020, tres de cada cuatro muertes serán a causa de enfermedades crónicas», apunta Andoni Arcelay, médico y experto en gestión y calidad en el sistema de salud del País Vasco (Osakidetza). «El rol del profesional es el de un facilitador, enseñando al paciente a cuidarse», añade. En este sentido, el consejero de Salud del Principado, Ramón Quirós, es partidario de que la enfermería desempeñe un papel preponderante en los procesos asistenciales. «El reto es que no haya distinción entre primaria y especializada. Vuestro papel es el de hacer más compatible el sistema con las necesidades de la población que atendéis», subrayó.

Así, la concejala Begoña Huergo, responsable del área de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Gijón pero enfermera de profesión, destacó la importante labor que desempeñan en la cadena de atención social a los pacientes. En comunidades autónomas como Madrid se ha puesto en marcha una experiencia para la capacitación del paciente que incluye un cuaderno de seguimiento de cada caso clínico para que el enfermo no sea tan dependiente del sistema sanitario. En Cataluña también han comenzado a repartir unas guías de práctica clínica y recalculado algunos aspecto sobre el gasto que representan los pacientes con patologías crónicas. «Con cinco o más enfermedades de este tipo, los costes se multiplican por 25», arguyó Carlos Contel.

En el ámbito de la prevención, en el País Vasco han analizado algunos de los factores que representan una mayor riesgo de sufrir una enfermedad crónica y que son el consumo de tabaco, la obesidad, una dieta poco saludable y la ausencia de ejercicio físico. Avanzar en la prevención y promoción de la salud es uno de los objetivos de los profesionales del ámbito de la enfermería para reducir los costes que representan las patologías crónicas.