J. L. ARGÜELLES

«Ha sido un trabajo duro, una apuesta y un riesgo». Son las palabras con las que Rosa Díaz, la gran triunfadora de la vigésima edición de la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas (Feten), recibió ayer el premio al mejor espectáculo y a la mejor interpretación femenina por su trabajo en «El refugio», un preciso alegato contra los horrores de la guerra a través de la visión de Eva, una niña que filtra el mundo desde la difícil perspectiva de un agujero en mitad de un conflicto bélico.

Es un arriesgado e intenso trabajo de una hora en un certamen especial, con una gran afluencia de público y lleno en casi todos los espectáculos. Según cifras provisionales facilitadas ayer por Marián Osacar, directora de Feten, esta gran cita de referencia para el teatro de familia cerrará su vigésima edición con unos 27.000 espectadores, que han abarrotado los diez espacios oficiales. Nuevo récord. La Feria ha acogido las propuestas de un total de 65 compañías, procedentes de un total de 13 comunidades autónomas españolas y de 8 países europeos. El público ha podido ver 4 estrenos absolutos, entre ellos «El refugio».

Rosa Díaz estaba exultante. Su compañía La Rous gana por segunda vez el premio al mejor espectáculo de Feten y, además, la actriz cumple treinta años en una profesión exigente como pocas. Nunca ha faltado a la cita gijonesa. «Es una hora de trabajo personal (es la única intérprete en el escenario) y escenográfico importante». La también directora subrayó la aportación musical a la obra del compositor Mariano Lozano.

«Hay mucha creatividad», manifestó por su parte la directora de Feten, para quien «El refugio» es una «digna ganadora» que aporta un mensaje de evidente calado. Coincidió en que la propuesta teatral de La Rous es «arriesgada», en un año con muy dignas competidoras, caso de «El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide», por el que Ángel Calvente se llevó el premio a la mejor dirección. Marián Osacar perfila planteamientos para la próxima edición: «Vamos a repensar cómo proyectar Feten para atraer programadores extranjeros que abran mercados a las producciones españolas». A juicio de la directora, el llamado teatro infantil español se «ha ido poniendo las pilas» en estos veinte años.