Teté F. BALSEIRO

Fue en el Antroxu del año 2006, cuando Iván Álvarez Raja, concejal de Festejos por aquel entonces, se prestaba para posar en la recién estrenada sección de disfraces «¿Y tú de que vas?». Es en ese momento cuando comienza también la particular cruzada carnavalera entre este diario y la Alcaldesa, reacia a posar con atuendos poco usuales. Tal fue el empeño posterior por la primer negativa, que incluso el articulista Javier Morán se imaginó en su sección «El pozo de la Barquera» a Paz Fernández Felgueroso ataviada de «faraona» y rodeada de sus concejales más representativos, a modo de cortesanos. Aún así, fue imposible arrancar un «sí» de la regidora. La propuesta caía siempre en saco roto. Todo era inútil. Incluso las charlas con Carmen Veiga, gerente del teatro Jovellanos y amiga íntima de Felgueroso, pincharon en hueso. Sin embargo y, paralelamente, sus confidentes, incluida Veiga, se prestaron a la sesión de fotos en el estudio de Tuero y Arias.

Llegado este año, el de la despedida de «Mapi», todo cambió y la insistencia hizo mella. Al final, las puertas del mismo despacho de la Alcaldía se abrieron para una «audiencia», pedida a Marichu, su secretaria, y que tuvo lugar ante Diego Losada, su jefe de Protocolo. «Eres más pesada que una vaca en brazos», le dijo la máxima autoridad local a la redactora encargada de convencerla para que se vistiera de sufragista. Fue el secreto mejor guardado entre ambas.

El jueves 24 de febrero, sin testigos (sólo su chófer y guardaespaldas), Paz Fernández Felgueroso dedicó toda una tarde a la sección. Primero las fotos y, luego, la entrevista en su despacho. Finalmente, había sucumbido a la tentación. Más allá de una mera entrevista, el encuentro resultó de lo más ameno. Nadie supo nada hasta el pasado jueves, cuando «Mapi» apareció de esa guisa en la primera página de LA NUEVA ESPAÑA. «Eduardo me mata», contestó refiriéndose a uno de sus hijos en un momento de aquel encuentro. Ya en la entrevista reconoció que si tuviera 50 años menos «estaría haciendo surf», por la gana que le entra cada vez que mira desde la ventana de la Alcaldía. Un deseo que ha hecho gracia a muchos de los surfistas gijoneses, -se han declarado fans suyos los integrantes de la Escuela Asturiana de Surf- , ansiosos por verla subida a una tabla a partir de junio, ya sin el bastón de mando.