Eloy MÉNDEZ

La subestación eléctrica que vecinos y ecologistas rechazaban construir en Tremañes se levantará finalmente en el barrio de Liérbado, parroquia de Serín. El cambio de ubicación decidido por Red Eléctrica Española supone un respiro para los residentes de la zona de Lloreda, pero pasa la patata caliente a los habitantes del pequeño caserío situado en las proximidades de la autopista «Y», cerca de la salida de Montico y junto al límite con el concejo de Carreño. Esta instalación forma parte de la línea de alta tensión de 400.000 voltios con la que se pretende crear un gran anillo energético en la zona central de Asturias. Los afectados tienen un plazo de treinta días para presentar posibles alegaciones.

El anuncio, hace tres años, de la construcción de la subestación eléctrica «Costa Verde» en Tremañes levantó la oposición de la Asociación de Vecinos «La Bareza» de Lloreda y de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, que rechazaron enérgicamente habilitar un equipamiento de estas características en un área densamente poblada y con una importante actividad industrial. En los escritos remitidos al Ministerio de Medio Ambiente en 2008 se alertaba sobre posibles patologías oncológicas derivadas del campo electromagnético que generan estas infraestructuras, así como de un aumento de la contaminación acústica. El plan llevaba paralizado desde hacía tiempo y ahora se retoma, pero con cambios significativos.

El anteproyecto que ayer apareció publicado en el «Boletín Oficial del Principado de Asturias» (BOPA) prevé el refuerzo del mallado de la red de transporte y apoyo a la distribución eléctrica de cara al desarrollo de los nuevos polígonos industriales que tendrá la zona oeste del concejo, entre los que destaca el de Lloreda. El estudio ha sido encargado al ingeniero Julio Alguacil Prieto y cuenta con un presupuesto de 6.753.000 euros. «Se trata del punto menos avanzado de todas las inversiones previstas en la nueva línea energética de la zona central», especificó ayer el responsable del área de Industria y Energía de la Delegación del Gobierno en el Principado, Gonzalo Mesa.

La subestación eléctrica «Costa Verde» estará directamente comunicada con la de La Reboria, en el concejo de Carreño y ya construida. Además, conectará con la de Bimenes y tendrá un entronque con la línea Soto-Penagos. El gran anillo eléctrico proyectado, que está estrechamente vinculado con la previsión de poner en marcha varias térmicas de gas durante los próximos años, supondrá, además, la puesta en marcha de otros equipamientos similares en Grado (Santa María) y Gozón (Nueva Tabiella). Según los ecologistas, la región no necesita una instalación de este tipo porque ya cuenta con una buena red de transporte y distribución.

Este cambio de ubicación implicará también el rediseño de parte de la línea de alta tensión que comunica las diferentes subestaciones. Por eso, el portavoz de la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, Fructuoso Pontigo, se mostró ayer prudente ante las novedades anunciadas. «Por el momento sólo sabemos que se ha rechazado a Tremañes como lugar elegido y que ahora se llevará al oeste del concejo. Aún es pronto para hacer una valoración, aunque nosotros ya nos opusimos en su día a este gran plan energético», señaló. «Está claro que parroquias como San Andrés de los Tacones, que ya sufren los efectos de la urbanización de la futura zona logística, se verán afectadas», concluyó.

Una vez publicado en el BOPA, el anteproyecto para levantar la subestación en la parroquia de Serín debe ahora esperar a la pertinente declaración de impacto ambiental, que será redactada por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental de la Secretaría de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.